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(Lechería. 22/02/2021) Venezuela en los últimos 8 años con Maduro en el poder, ha perdido el 85% de su producto interno bruto (PIB) bajando de los 330.683 millones de dólares en 2012, a solo 48.610 millones de dólares en 2020. Una economía devastada que coloca al proyecto socialista venezolano como la más eficiente fábrica de pobres de nuestra historia. La respuesta que nos ofrece el régimen es convertir al país en un estado comunal, lo cual sería su versión del Gran Salto Adelante promovido por China en 1958.

Después de la guerra civil, que concluyó en 1950 el partido comunista chino llegó al poder en la República Popular de China y de inmediato abandonó su consigna de “la tierra para quien la trabaja”, y adoptó una serie de cambios que además de la planificación centralizada, incluyeron la colectivización de la sociedad a través de la creación de cooperativas, para luego dar paso a la implementación de las comunas populares.

A falta de capital económico, para industrializar al país y reformar la agricultura, se impuso una política que buscaba aumentar la producción de ambos sectores y reducir la pobreza, así como el hambre estructural en la República Popular de China. Entonces se prohibió la agricultura privada, e impulsaron proyectos intensivos en mano de obra, en un intento de industrializar al país, en 1958 proponen El Gran Salto Adelante, que terminaría en 1961, antes de lo previsto, después de un fracaso estrepitoso con un saldo de entre 15 y 45 millones de muertos por inanición.

Las comunas formaban parte integral del diseño del gran salto adelante implementado por Mao Zedong, como parte de las medidas económicas, sociales y políticas, además del control social, pretendían aprovechar el gran capital humano disponible en el país, pero ya sabemos cómo terminó eso.

Cómo podemos evidenciar muchos de los componentes intentados en China han sido utilizados en Venezuela, tales como la promoción de métodos alternativos a la propiedad privada, las cooperativas, las empresas EPS y las expropiaciones. Hoy los resultados están a la vista, el país atraviesa el peor colapso económico de su historia ¿Cuántas muertes y sufrimiento puede traer a Venezuela?, hoy no tenemos una respuesta a esa interrogante, pero considero es un riesgo que no debemos estar dispuestos a asumir.

Conociendo todo esto y a pesar de contar con suficientes evidencias históricas disponibles, el régimen que usurpa el poder en Venezuela aún se empeña en imponer su modelo de estado comunal a sabiendas de que cada vez que ha sido implementado en el pasado por otros países, este modelo ha terminado elevando las tasas de pobreza extrema y exterminado a millones de personas, matándolas de hambre.

El estado comunal es una amenaza demencial, porque a pesar de las múltiples y desastrosas experiencias que siempre han terminado en fracaso, insisten en llevarla a cabo, definitivamente, en muchos casos, la ignorancia es insolente, todavía nos encontramos con fanáticos del chavismo capaces de defender consignas como “comunas o nada”. Pues bien, estimado lector, no tengan dudas al respecto, en caso de lograr imponer la tesis del estado comunal, el resultado final además de la continuación del saqueo y la corrupción, será mayor devastación y sufrimiento para los venezolanos, porque con un país ubicado al borde de un abismo, las comunas serán un gran salto adelante que nos llevarán a la nada.

En lo personal considero este nuevo intento por imponer un estado comunal, una aberración anti-republicana y anti-constitucional, por lo tanto, rechazo, enfática y enérgicamente, la insistente y fraudulenta pretensión de imponer una nueva geometría del poder para consolidar en Venezuela, un estado comunal, que socavará aún más las instituciones republicanas y pretenden conculcar definitivamente la voluntad popular de los venezolanos. Conciudadanos, todos debemos hacer causa común y organizarnos para rechazar esto.

Pedro Galvis / @pgalvisve