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Cuando reflexiono sobre las razones por las cuales Venezuela – y en particular Puerto La Cruz – se encuentra sumida en la mΓ‘s caΓ³tica de las situaciones, cuando analizo todas las causas, solo puedo llegar a una conclusiΓ³n: Β‘Malas personas, hacen malos gobiernos!

Por ejemplo, por 20 aΓ±os Puerto La Cruz ha estado gobernada por la misma gente, por el mismo partido. LlΓ‘mese como se llame el alcalde de turno, por 2 dΓ©cadas, han sido las mismas manos las que han dirigido a nuestro municipio por el despeΓ±adero.

Por 20 aΓ±os hemos tenido a las personas incorrectas, y por demasiado tiempo, en la conducciΓ³n de la ciudad; esto ha traido que nuestro municipio se encuentre en el estado deplorable en el cual lo vemos hoy.

Sin embargo, nos tenemos que preguntar ΒΏpor quΓ© fracasaron? Y aquΓ­ podemos asegurar que no ha sido un β€œverdadero fracaso”, pues ellos – quienes aΓΊn estΓ‘n en el poder – han ejecutado un plan sistemΓ‘tico de destrucciΓ³n. Ellos han cumplido con su objetivo, ellos han tenido β€œΓ©xito” en el propΓ³sito de aniquilar la estabilidad, el orden y las libertades de los venezolanos.

Y lo lograron al colocar a malas personas en la direcciΓ³n de la RepΓΊblica, de los estados y en los municipios; a personas que solo pensaron en sus intereses, que no estaban capacitados acadΓ©mica, moral, ni tΓ©cnicamente para gobernar.

Cumplieron con el objetivo de pulverizar a Puerto La Cruz –como al resto de Venezuela– porque no tenΓ­an ni idea de lo que es la gerencia pΓΊblica y menos, lo que es gerenciar con criterio humano; porque no llegaban a las posiciones de poder para trabajar sino para enriquecerse, porque no tiene un Γ‘pice de humanismo, mΓ‘s allΓ‘ de sus palabras vacΓ­as.

Quienes representan a ese proyecto β€œrevolucionario” han demostrado que no son buenas personas, por el contrario, han puesto en evidencia su indolencia, su desapego, su desamor por nuestro estado y por Venezuela.

Y tienen que ser malas personas, porque no se conmueven cuando ven a un venezolano muriΓ©ndose de hambre en las calles y rebuscΓ‘ndose algo entre bolsas de basura, tienen que tener el corazΓ³n de piedra por no inmutarse ante la tragedia que sufren nuestros hermanos al cruzar a pie las fronteras en busca de un maΓ±ana mejor.

No deben tener alma en el cuerpo porque no les interesa lo que pasa en los hospitales, en las escuelas, lo que sucede en los cerros de toda Venezuela. No tienen el menor sentimiento por quienes padecen hambre, por quienes no tienen para comprar medicina y por quienes envejecen sin ninguna protecciΓ³n ni dignidad.

Puerto La Cruz y el resto de Venezuela necesita que la gente buena reaccione, se active y se ocupe de transformar esta realidad. Nuestro municipio necesita que tΓΊ que me lees, y que amas a nuestra ciudad, te sumes a la lucha por su rescate, no permitamos que los malos sigan ganando, evitemos aquellos que Β«el vil egoΓ­smo otra vez triunfΓ³Β».

Cuando los buenos nos lo proponemos, ganamos. ‘Échemos una mano al futuro!

Β‘Ven, toma mi mano. Vamos unidos!