¿Quién no ha pasado por rabietas provocadas en algún ente en manos del régimen venezolano?
¿Cuántas veces los representantes de estás instituciones nos han dejado dolores de cabeza, en vez de brindarnos las soluciones que como ciudadanos ameritamos?
La frustración de la burocracia incompetente se hace monótona bajo la desidia que vive nuestra Venezuela, lo que desgraciadamente nos debería hacer entender por completo, que estamos bajo el control de una mafia criminal que saca provecho de la negativa situación hoy posicionada.
Viendo en retrospectiva el presente, y lo comparamos con nuestro pasado, es evidente que las oficinas gubernamentales han dejado de lado esa empatía que era característica hacía los ciudadanos. Pero lo que se nos muestra a diario en esta Venezuela comunista, es un secreto a voces, que abiertamente deja entrever que más allá de toda esa propaganda alusiva a «rendir honores» a un personaje macabro que forjó nuestra destrucción, la única función que hoy poseen esas paredes de cemento teñidas de rojo, es que puedan ser utilizadas para los chismes, las bromas y el intercambio de algunas cosas entre «funcionarios».
Aunque en cierta medida es comprensible los motivos que tienen muchos dentro de la administración pública para comportarse de esta manera, en parte la propia situación país, jamás justifica que muchos funcionarios se hayan olvidado de esta esencia innata de sus funciones, servir a la ciudadanía con plena eficacia. Sin embargo, a pesar de que las circunstancias desmotivan las ganas de muchos por hacer las cosas bien, es reprochable su falta de apatía hacía el ciudadano, las circunstancias no eximen a nadie de los daños que estas actitudes pueden conllevar.
En efecto, desde este espacio condenamos aquellos actos que conllevan a la incompetencia, en la Venezuela Tierra de Gracia sin dudas no existirá tolerancia para ello. Estas son palabras que expresan más allá de una crítica, un bañado de realidad, nuestro país merece mucho más de lo que vivimos, es hora de que una nueva Venezuela florezca, pero para hacerlo necesitamos una administración pública totalmente fortalecida, con funcionarios gubernamentales íntegros, ricos de actitudes positivas que construyan las bases de un futuro libre.
Dejo a la subjetividad de cada lector las actitudes específicas competentes de los empleados de los entes públicos, pero sin embargo, debo reconocer que todos quienes apostamos por la líbertad de Venezuela tenemos esa visión en común, lograr un cambio trascendente dentro de la administración pública de nuestro país.
Renzo José Meza
Secretario Político Estadal de Vente Barinas
@RenzoJMeza