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Cuántas veces hemos escuchado frases como: “el que hace la ley, hace la trampa”, “total, si no me lo robo yo, se lo robará otro”, “no importa nadie me ve”, “todos los días sale un bobo a la calle, el que lo agarre es de él”. Todas estas frases lamentablemente son el reflejo de una descomposición social, esa mal llamada “viveza criolla” que por mucho tiempo ha existido en toda Latinoamérica, pero que especialmente en Venezuela se ha enraizado producto de la crisis compleja y sin precedentes a las que el régimen socialista ha hundido a cada uno de los que vivimos este país.

Lamentablemente día a día son más las personas que de una u otra manera se suman, a veces sin querer a hacer cosas que no reflejan lo que verdaderamente es ser venezolanos, todo esto es parte de una larga lista entre las que podemos mencionar:
• El “bachaqueo” como se le llamó hace tiempo a la práctica deshonesta de vender productos escasos a precios exorbitantes.

  • El colearse en la cola para surtir gasolina, mientras atrás quedan personas que llevan días haciendo la cola y en muchos casos por culpa de quienes se colean se quedan sin surtir.
  • Incumplir las leyes de tránsito, porque no te están viendo, pero cargas a tus hijos en el carro y les estas enseñando eso.
  • Robarse el cable u otras plataformas de películas como Netflix y en Amazon, pagando a otros que se aprovechan de brindar ese servicio sin pagar por el uso de las mismas.
  • Ir al mercado, comerte las frutas y cualquier otro producto y dejarlo allí sin pagar.
    • Los enchufados que hacen y desasen, pensando que están por encima de la ley, pues son amigos de algún jerarca del régimen que los protege.
    • Los funcionarios de los cuerpos de seguridad que extorsionan a comerciantes, productores agropecuarios, o a quienes transitan por las vías del país, haciendo de la “matraca” su forma de vida.
  • Pagarle a un funcionario público para que te agilice el trámite en alguna oficina gubernamental.

    Si queremos que Venezuela cambie, debemos empezar por cambiar nosotros, dejar todas esas malas prácticas que por costumbre, tradición y en el peor de los casos por años de un sistema socialista que solo le produce al país miseria y destrucción. Debemos convertirnos en CIUDADANOS; ser mejores personas nos permitirá mejorar como sociedad; educar a nuestros hijos que las cosas no se obtienen de manera fácil, que debemos cumplir las reglas así no nos estén viendo.

    Sabemos que nuestro país está secuestrado por un conglomerado criminal que necesita mantener a quienes ellos llaman “pueblo” sometido y bajo su control, por supuesto que nuestra prioridad debe ser sacar ese sistema de raíz. Pero también es importante que cada uno de nosotros empecemos por cambiar nuestra manera de actuar individualmente y en sociedad, respetar la manera de pensar de los demás para que podamos exigir el respeto que cada uno de nosotros merecemos, cuando esto empiece a ocurrir, allí estaremos en capacidad de construir un país excepcional, un país de ciudadanos, una verdadera Tierra de Gracia.

César Tablante Serrano

TSU en Contaduría Pública
Coordinador de Comunicaciones de Vente en el estado Barinas
@cesartablante