Quizás no estábamos lo suficientemente preparados para la libertad, no supimos entender en su justa dimensión el valor de las conquistas logradas en el siglo XX y algún día muy lejano se hablará de la democracia como un ideal romántico. La utopía de la sociedad en los tiempos del segundo renacimiento, y aunque la reflexión es ajena la tomo en referencia, saltamos del siglo de las utopías al siglo de las distopías.
En menos de cien años, la humanidad pasó de surcar los mares en barcos de vela a colocar un ser humano en la superficie lunar, pero no supimos entender que el progreso es algo más que los avances cuantitativos de los logros obtenidos. El progreso también tenía que tener logros hacía lo interno del ser humano. En este punto llegamos a entender, sobre todo la civilización occidental, a la libertad como algo tácito e inherente al ser humano, error que habremos de pagar por no haber defendido permanentemente las libertades conquistadas.
¿Cuántos siglos ha vivido la humanidad por cualquier forma distinta de autocracias? Todos. ¿Cuántos siglos en democracia? Apenas unas pocas sociedades y, en la mayoría de esos casos, apenas unas décadas. La Rusia de los Zares pasó a ser la Rusia de los Soviets y, justo ahora, el breve ensayo de democracia; el poder está secuestrado por un liderazgo que maneja las reglas del juego a su antojo. La China del emperador pasó a ser la China del Partido y, justo ahora, tanto el partido como China, le pertenecen a un solo hombre. El mundo islámico es autocrático por naturaleza, la sumisión a Allah es también la sumisión al Mullah, al patriarca del clan familiar o al líder militar. Del Impero Persa a la Monarquía Laica del Sha a la Teocracia de los Ayatollah. La Turquía Laica de Kemal Ataturck es un Estado Laico al servicio de una élite militar.
Con cada fragmento de concreto cayendo del muro de Berlín, la humanidad gritaba exultante “Ganamos”. Triunfó la justicia, pero sobre todo triunfaba la verdad y triunfaba la libertad. El comunismo caía como el castillo de naipes, pronto la libertad llegaría hasta los últimos reductos de ese monstruo construido sobre la ideología de una falsa igualdad, pero nadie hizo nada porque eso ocurriera. Peor aún, no supimos entender que el problema no era el comunismo, el verdadero enemigo de la sociedad son las autocracias. El verdadero desafío era -y sigue siendo- llevar hasta esas sociedades la comprensión de la libertad como un valor, mostrarles a esas sociedades que la libertad es la llave del progreso.
La Alemania de los años 30 era la sociedad más culta de toda Europa y, aun así, se dejó seducir por el Fascismo. ¿Cuántas mujeres talentosas en Teherán deberán cubrir con el hijab todo su potencial como ser humano? ¿Acaso los versos de un poeta chino pueden volar a otras dimensiones sin que la conciencia no sea castigo?
Hoy los ejecutivos chinos van por el mundo ofreciendo su mejor sonrisa para hacer negocios, una vez instalados cambian su actitud para convertirse en lo que realmente son, agentes del servicio exterior a la orden del Partido Comunista de China tratando de condicionar la vida política del país del que son huéspedes.
El ser humano que fue capaz de replicar la molécula de Dios, es incapaz de aprender a lidiar con los vicios del poder y la codicia; si el legado de cada generación es dejarle un mejor mundo a nuestros hijos, debimos primero empezar por dejarles una mejor sociedad. Fracasó mi generación.
Se nos viene encima el siglo de las autocracias, si quienes creemos en el modelo de libertades de la democracia occidental seguimos teniendo respuestas timoratas a esas amenazas, culminaremos sucumbiendo antes ellas. Aun el siglo está joven, tenemos tiempo, pero debemos empezar desde hoy. La biología no me permitirá ver el desenlace, pero eso no será excusa para no hacer lo que me corresponda.
@RaefZibaqui