Más de 20 años desde la llegada al poder de Chávez, nos han dejado un amargo sabor de boca a los venezolanos. Estas 2 últimas décadas han llenado al país de hambre, destrucción, miseria, y al menos 6 millones de hermanos que han tenido que huir de la crisis humanitaria compleja y sin precedentes que tiene un solo culpable, este régimen socialista.
Y cuando a los venezolanos no nos podía ir peor, llega la pandemia del Covid-19 a seguir golpeando la ya menguada vida de quienes seguimos resistiendo en esta tierra. La llegada del virus al país, significó para el régimen un gran alivio, pues la escasez de combustible de los primeros meses de 2020 estaba paralizando el ya golpeado aparato productivo nacional. Luego de 14 meses de una cuarentena decretada por Maduro, donde las cifras de contagios y fallecidos por el virus han sido maquilladas por este sistema criminal, el país sigue peor; la improvisación del régimen ha creado un completo caos, ya que la mayoría de los venezolanos dependemos del trabajo diario para poder obtener ingresos y así mantener nuestra familias; semanas de supuesta flexibilización, y otras no, anunciadas de manera desorganizada y a su antojo, donde se permiten trabajar a unos sectores y otros no, ha mermado el poco poder adquisitivo e incrementado la inflación.
Mientras, en algunos países del mundo ya se empieza a retornar a la normalidad, pues, gran parte de su población está siendo vacunada en contra del virus y sus gobiernos han brindado subsidios para apoyar a empresas y a sus ciudadanos. En Venezuela, con un sistema de salud que fue destruido por la corrupción e ineficiencia del régimen socialista, con las empresas del Estado en completo abandono e inoperantes, con el aparato productivo por el piso producto de expropiaciones, sistemas de control y las importaciones que solo beneficiaron a los bolsillos de los jerarcas del régimen; las cosas son diferentes para cada uno de los que aún permanecemos en esta tierra luchando por no perderla ante el conglomerado criminal que la tiene secuestrada.
Aun cuando el régimen anunció el pasado 13 de febrero que habían llegado a Caracas 100.000 dosis de la vacuna Sputnik V, por las que había cancelado 200 millones de dólares, estas solo serían destinadas para vacunar a sus más cercanos colaboradores, dejando a la población en general desasistida; y así lo ha demostrado vacunando a casi la totalidad de la misión médica cubana, mientras que nuestro personal de la salud está completamente desasistido, y muestra de ello, es que hasta el mes de abril van más de 400 profesionales de la salud venezolanos, fallecidos por complicaciones de Covid-19.
También desde el gobierno interino se realizaron gestiones, y en común acuerdo con el régimen establecieron que Venezuela podía recibir las vacunas a través del sistema COVAX con la asistencia de OPS y UNICEF. Pero días después Maduro afirmó que no permitiría el ingreso a Venezuela de vacunas AstraZeneca a manos de la OPS porque según él «no son seguras», negándole así el acceso a la salud y al resguardo de la vida a millones de venezolanos.
Venezuela necesita urgentemente el acceso a vacunas, necesita el acceso a un sistema de salud adecuado y esto solo sera posible vacunando el virus socialista que ha destruido el país. Sólo sacando el régimen criminal de raíz estaremos en capacidad de tener un mejor país, necesitamos vacunarnos contra el socialismo.
César Tablante Serrano
TSU en Contaduría Pública
Coord. de Comunicaciones en Vente Barinas
@cesartablante