Debido al alto costo de la vida, mi pueblo ha presentado tantas desmejoras que con el correr del tiempo, nos llevan a ver un sin fin de malas acciones del régimen y sus secuaces. De ellos no esperamos nada más que maldad absoluta.
Un pueblo sin ley donde no podemos hablar o ser sinceros, ni reclamar.
Es tanto el daño que han hecho a la República que, con indignación, los observamos violentar los derechos de los ciudadanos no sólo a nivel económico si no también social, político, en fin, un régimen criminal que viola sistemáticamente los Derechos de los venezolanos.
Fuerzas armadas con el comercio de la gasolina, negando el derecho a todos, solo pensando en sus necesidades y no en las de nosotros los ciudadanos.
Acabaron con el sistema sanitario y de salud, negando muchas veces el derecho a la salud al no permitir el ingreso de vacunas; Acabaron con el aparato económico también, lo que afecta muchísimo a los santamarieños porque con ella nos trasladamos e invertimos en nuestro pueblo, en el sector productivo, porque nuestros campesinos requieren de ella para traer sus rubros y venderlos al pueblo.
Además de violentar a quienes exigimos respeto, nos agreden «matraquiando los comercios» porque el sueldo no les da, porque tienen que ayudar a la familia, porque el régimen no les da beneficios, y otros sin fin de excusas que utilizan para hacernos creer que lo que hacen, lo hacen bien, o simplemente te apuntan o amenazan para que hagas lo que ellos exigen.
Dicen cuidarte al montar cualquier alcabala clandestina y terminas siendo su víctima, sin derechos y sin resguardos físicos.
Es nuestro deber llevar a cabo un gran hilo de acciones que nos dirijan en una sola voz al cese de la usurpación, para así entre todos contribuir al cambio óptimo de todas nuestras fuerzas armadas y poder resguardar, liberar y garantizar los derechos de nuestros ciudadanos.
Lizeth Márquez
Coordinadora de Electoral de Vente Venezuela en el municipio Santa María de Ipire del estado Guárico.