Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

 El partido exige una “investigación a fondo” sobre la opaca entrega de la refinería, utilizando bonos sin valor alguno en el mercado

(Caracas. 24/08/2021) Vente Venezuela exigió este martes, a través de un comunicado, una “investigación a fondo” sobre lo que el partido calificó como el remate de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), a través de una opaca transacción en República Dominicana.

“La última oscura negociación fue la supuesta venta -mediante un extravagante canje- del 49 por ciento de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa), que produce más de 30 mil barriles por día de gasolina y otros derivados, a cambio de bonos de dudosa legalidad y por la mitad del precio que las había comprado Pdvsa”, reza el texto.

 

A continuación, el documento íntegro hecho público:

 

Maduro remata lo que queda de Pdvsa con oscura negociación en República Dominicana

La extraña operación mediante la cual se entregaron las acciones que poseía Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en la refinería de República Dominicana es una clara demostración del remate que adelanta el régimen de Nicolás Maduro de los bienes de la nación.

Desde Vente Venezuela ya se había denunciado que la creciente demanda de dinero para mantener a las mafias que se reparten el territorio nacional  ha fomentado la entrega por piezas de los activos petroleros venezolanos.

La última oscura negociación fue la supuesta venta -mediante un extravagante canje- del 49 por ciento de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa), que produce más de 30 mil barriles por día de gasolina y otros derivados, a cambio de bonos de dudosa legalidad y por la mitad del precio que las había comprado Pdvsa.

En noviembre del año 2009, el Gobierno Dominicano vendió a Pdvsa una participación del 49% en la referida refinería por 131,5 millones de dólares. Ahora, el Estado Dominicano, a través de una centrífuga con una empresa fundamentalmente dedicada a la producción de cacao, Patsa -filial del Grupo Rizek- ha vuelto a adquirir el mismo 49% de la acciones que tenía Pdvsa en la refinería, pero por un monto de 88,1 millones de dólares y pagados en bonos que no valen nada.

En tan rara negociación participa una empresa privada dominicana, que supuestamente tenía unos bonos emitidos por el Estado venezolano; se los entregaron a Pdvsa y, a cambio, Venezuela le dio el 49 % de las acciones de la refinería y los procesadores de cacao, quienes, a su vez, se las dieron o vendieron al Estado Dominicano.

Con esta transacción, el Estado Dominicano vuelve a controlar el 100% del capital suscrito de la refinería y tiene el control absoluto de esta importantísima empresa dentro de los activos del Estado.

De esta oscura transacción Venezuela no recibió absolutamente nada, pues entregó sus acciones en la refinería Dominicana a cambio de dudosos bonos venezolanos que por extrañas circunstancias tenían en su poder los dueños de una empresa chocolatera y ésta se los cedió al Estado Dominicano.

Por todo lo antes expuesto,  además  del secretismo con que se cedió esta refinería, el precio de venta fijado sin ningún elemento de juicio económico ni transparencia y sobre todo por la venta en bonos sin valor alguno que solo beneficia a quienes fueron sus portadores, es que Vente Venezuela exige una a investigación a fondo.

Preguntas de los venezolanos

Se puede conceptualizar esta operación como una variante de un intercambio de deuda por acciones (swap debt for equity). No obstante, la primera pregunta que nos hacemos es ¿cómo se determinó el valor de US$ 88.1 millones de dólares? Es decir, ¿se respalda la valuación con un análisis económico que valora el mercado que suple REFIDOMSA, más aun tratándose de un activo de Venezuela? ¿Se incluyeron los pasivos como parte de la valuación?

La segunda pregunta es sobre la opaca estructuración de la venta, con base a una triangulación y swap de deuda por acciones. Según la información disponible, tres partes integran la operación, a saber: PDV CARIBE (1), dueña de las acciones, recibe como pago para transferir el 49% de las mismas a la empresa PATSA. LTD (2), perteneciente al Grupo Rizek de República Dominicana, que supuestamente tiene en su poder los papeles de la deuda Venezolana. Al mismo tiempo, recibe del Gobierno de República Dominicana (3) los US$ 88.1 millones  y le entrega a cambio las acciones que eran propiedad de Pdvsa.

Como se sabe, la deuda venezolana está en default, lo cual significa que su precio, valor de mercado, es prácticamente cero. Venezuela no tiene acceso al mercado financiero para emitir deuda por su insolvencia, aun cuando el régimen indique que son las sanciones quienes lo restringen.

Sin embargo, los tenedores de bonos de la deuda venezolana en los EEUU son quienes están limitados a realizar cualquier tipo de operación de compra/venta, no así aquellos que siendo tenedores no estén domiciliados en los EEUU.

Por eso, al momento de la transacción, a aquellos tenedores que han sido privilegiados con la compra, se les aumentó el precio del papel. ¿Quién es o quiénes son? ¿Cómo se determinó a qué tenedores y a qué valor (precio) de los bonos se les compró la deuda? Son preguntas cuyas respuestas los venezolanos tenemos el derecho de conocer.

Con respecto a lo anterior, dice la agencia ARGUS: “Los bonos fueron retirados a un valor menor que su valor facial, pero por encima del valor (precio) del mercado secundario, que es de centavos por dólar”.

Con la opacidad y las prácticas de Pdvsa, la duda razonable sobre quiénes fueron los favorecidos es evidente. Tampoco hay certeza de si esa operación de traspaso de papeles de la deuda pasó por varias manos antes de llegar a ser parte del intercambio; es decir, cuánto se pagó y cómo por esos papeles, cuando lo único que se sabe es que su valoración fue de US$ 88.1 millones.

Grave precedente

Esta operación sienta un precedente que pudiera afectar el precio de toda la deuda de la República, lo cual justifica el necesario conocimiento de todos los detalles de la misma.

No es suficiente indicar que se trata de una transacción de venta de unas acciones y de una supuesta reducción de la deuda de Pdvsa, la cual muestra como un éxito Tareck El Aissami.

Es decir, unos señores dueños de unos bonos de cero valor en el mercado reciben US$ 88.1 millones de dólares, por la venta de unas acciones, en un país con una crisis económica sin precedentes.

Con respecto al Grupo Rizek, que forma parte de la operación, cuyo rol de intermediación es evidente, es necesario aclarar cuánto es el costo o la tarifa recibida por esta operación. Según la información disponible, la empresa PATSA, LTD está registrada en las Islas Vírgenes.

Las autoridades dominicanas han indicado que las sanciones a Pdvsa fueron informadas a los EEUU y que dieron su aprobación al esquema. La pregunta que nos hacemos es que si anteriormente todas las operaciones se hicieron de gobierno a gobierno, ¿cómo se justifica que esta tenga un intermediario que además no entregó dinero a Pdvsa, sino papeles de la deuda? ¿Cómo es posible que República Dominicana, luego de haber acumulado una deuda de unos $3,400 millones en condiciones desventajosas para Venezuela, pagadas además en especies, y cuyo saldo actual se desconoce, toma nuevamente ventaja del patrimonio de los venezolanos participando en una transacción de este tenor?

Diversos grupos en República Dominicana están demandando se explique con toda transparencia esta operación y las razones por las que PATSA está involucrada y cuánto fueron sus honorarios.

Definitivamente, esta operación deja un precedente muy preocupante. Si esa estructura tal y como se ejecutó cuenta con el visto bueno de la OFAC, podría indicar que cualquier activo de la nación puede ser liquidado por el régimen.

El Gobierno Interino, que entendemos tiene una responsabilidad en la protección de los activos en el exterior, no ha expresado una posición al respecto. Asimismo, si la transferencia en US$ dólares del Gobierno Dominicano y entregada a PATSA, LTD fue llevada al mercado de Cryptomonedas, el tracking del destino de los fondos se hace muy complejo de realizar. De allí, la importancia de conocer los detalles de la operación que realizó en este caso el intermediario del grupo Rizek.

Por todos estas razones, Vente Venezuela, en nombre de los intereses  superiores de la ciudadanía de nuestro país, exige una respuesta clara a todas las interrogantes expresadas en este documento, en defensa de los más altos intereses y de la soberanía de Venezuela y en procura, entre otras cosas, de reforzar los controles sobre los activos de República en el extranjero y las capacidades de resguardo para la transformación nacional.

Caracas, 24 de agosto de 2021.