Para los observadores, si buscamos en cualquier diccionario el prefijo «necro», su significado es «muerte» o «muerta». Observar un acto apuntado al fracaso, no tanto por la ineficiencia, sino por los altos costos implícitos, es necesario.
El poder es un objetivo atractivo, de los más cotizables, el poder político es una de las vías para generar transformación en el medio social, pero aquí nuestra primera pregunta: ¿es tan útil el poder sin fuerza?
Vuelven los bufones, desesperados por un ápice de fuerza, un falso estatus, una falsa restauración; pero aún más lamentable, unas falsas promesas. Hoy, ocultan ellos, los que promueven estas necro-acciones, lo que realmente pueden hacer. Se vuelven cómplices, cohabitantes, y algo que se afanaban en criticar: deshonestos y mentirosos. ¿Por qué no le decimos a los que sufren y que creen en lo que ustedes les dicen lo que realmente no pueden hacer? ¡Yo sé el porqué!, porque lo que no pueden hacer es realmente lo que sucederá.
Ya es redundar señalar que lo que sucede en Venezuela va más allá de ocupar un cargo municipal. ¿Puede generar el cambio que necesita un país un gobernador o alcalde? Se vuelven mezquinos de la verdad cuando ésta afectará sus deseos.
No soy cómplice y no callo ante las falsedades de quienes ayer mostraban conciencia y hoy demuestran hambre por migajas que pretender alcanzar en mentiras; unas necro-acciones que buscan lapidar una lucha. ¡Han entrado en un acto conformista, YO NO ME CONFORMO CON NADA MENOS QUE LA LIBERTAD!
Osmel Bolívar.
Afiliado de Vente Ribas