Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

(Caracas. 12/06/24) María Corina Machado participó este miércoles en el evento «El renacimiento de la libertad en Argentina y el mundo», organizado en Argentina por el Cato Institute y la Fundación Libertad y Progreso.

Durante su intervención -grabada- la líder venezolana saludó al presidente argentino Javier Milei y a la canciller Diana Mondino, además de agradecer por el resguardo que brindan a los seis miembros del Comando Con Vzla, quienes están asilados en la embajada de Argentina en Caracas desde el pasado 20 de marzo.

Acá el discurso completo: 

Un gran saludo a todos desde Venezuela, y mi agradecimiento al Cato Institute y a la Fundación Libertad y Progreso por la oportunidad de dirigirme a ustedes. Mi gran saludo también al presidente Javier Milei y a la canciller Diana Mondino, que nos acompañan hoy. Siempre les estaremos agradecidos por la protección que brindan hoy a seis miembros de nuestro equipo de campaña desde el pasado 20 de marzo, quienes aún se encuentran bajo protección de la Embajada de Argentina, esperando que se emitan los salvoconductos para poder viajar fuera de nuestro país.

Mi cariño a Rosa María Payá y a Félix Madariaga, dos grandes amigos de tantos años.
Estos son unos días difíciles de describir en cuanto a lo que estamos viviendo en Venezuela. Son 25 años luchando para que llegue un momento, y el momento está pocos días por delante. En estos años de lucha hemos aprendido mucho. Ha habido errores y aciertos, el régimen ha avanzado en sus prácticas de destrucción de todas nuestras instituciones y de nuestra capacidad de producción, y sobre todo había construido barreras entre los venezolanos, promoviendo además de forma intencional la migración de millones y millones de venezolanos para separar a nuestras familias.

Estos años de dolor y de miseria, pero también de humillación y resistencia, han hecho que la sociedad venezolana nos encontráramos en los valores que compartimos en cuanto al respeto sagrado de la dignidad, la búsqueda de la justicia, la solidaridad y por supuesto la libertad.

Una por una fuimos derribando esas barreras y hoy vemos una Venezuela unida y un régimen cuya base social y mecanismo de control social están más débiles que nunca, y tenemos por delante la oportunidad real de lograr una transición ordenada y sostenible a través de un proceso electoral, el cual enfrentamos sin ingenuidad, porque sabemos muy bien cuál es la naturaleza de esta tiranía, y sabemos que no son elecciones ni libres, ni justas. No son libres porque los venezolanos no van a poder votar por quien escogieron en las primarias, ni son justas porque de un Registro Electoral potencial de 27 millones de venezolanos, más de 10 millones no van a tener derecho a votar, dentro y fuera del país.

Aun así, hemos decidido avanzar y defender este camino, hemos ido superando obstáculos tras obstáculos, y estamos frente a este momento histórico. América Latina y todo Occidente debe tener muy claro lo que representa esta fecha del 28 de julio, no solo para Venezuela, sino también para el resto de la región. Si Maduro arrebatara por la fuerza, estaríamos viendo no solo cómo se consolida un sistema de mafias, cuyas alianzas más notables son Cuba, Irán, Rusia y Bielorrusia, y que además fomenta la actividad criminal, como de los carteles de la droga y como el Tren de Aragua, que opera en toda la región, y que además promoviendo una nueva, y quizás la más grande de todas, oleada migratoria.

Por el contrario, si logramos hacer respetar la voluntad abrumadoramente mayoritaria de los venezolanos, estaríamos viendo cómo esos flujos migratorios no solo se detienen, sino cómo empezamos a ver regresar a millones de vuelta a casa, y cómo empezamos a construir una Venezuela con unos pilares republicanos éticos y liberales muy sólidos. Esto tendría un enorme impacto para los venezolanos, pero también para la región. No solamente, insisto, sería la libertad de Venezuela, sino que Cuba y Nicaragua, dos naciones hermanas que padecen sistemas totalitarios, estoy segura que continuarían por nuestro rumbo.

Es por ello que hoy más que nunca necesitamos las voces de los demócratas del mundo, conscientes de lo que estamos viviendo, acompañando a estos venezolanos que hoy se levantan con firmeza. A pesar de toda la represión, toda la persecución, hoy se levantan, como el caso de las hermanas Hernández, en Corozo Pando, un pueblito que muchos no saben ni dónde quedan, cuyo local de venta de empanadas fue cerrado dos horas después de que nosotros compráramos desayuno ahí. Muchos pensaron que esto iba a aterrar a las hermanas Hernández o al pueblo, pero lo que ocurrió fue precisamente lo contrario: se han convertido en un emblema y de vender tres empanadas diarias, han logrado vender más de 400 en los últimos días y están reinaugurando su negocio en los próximos días.

Es así cómo responde un pueblo decidido a vivir en libertad, desafiando a la tiranía y decidido a organizarnos,
porque esto se trata de la libertad de Venezuela, de la integridad de nuestra nación, y del regreso de nuestras familias a casa. Tengan la seguridad que esta lucha es hasta el final, que vamos a ganar, que Venezuela será libre.