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17 años de mala administración y oportunidades perdidas.

Venezuela ha sido siempre un país pionero en América Latina en materia de salud, citada ampliamente como ejemplo a seguir por sociedades científicas alrededor del mundo, aunque no es de negar que mantenía algunas fallas que limitaba el acceso a los servicios de salud al 100% de la población afectando así a los más pobres, lo que hizo muy popular la propuesta de Hugo Chávez en 1.998 de adaptar medidas socialistas al sistema de salud venezolano.

A pesar de la gran publicidad que se le hizo al sistema socialista de salud, el gobierno de Hugo Chávez nunca logró mejorar el sistema sanitario venezolano, peor aún, ha ido en constante detrimento, hasta el punto en que hoy no existe un solo centro asistencial público o privado donde se pueda ofrecer una atención de calidad con las bondades que ofrece la medicina moderna, y no existe un solo venezolano que tenga acceso a la salud de manera verdaderamente gratuita, como lo garantiza la constitución, porque cada uno debe adquirir los insumos que están en falla en todos los centros asistenciales.

En el año 2.003 se lanzó la Misión Barrio Adentro cuya intención era crear nuevos centros asistenciales y proveer a los ya existentes con material médico quirúrgico y medicinas para llevarlas directamente a la población, pero este sistema dependía casi en su totalidad de la importación de estos insumos y de personal médico – de dudosas credenciales- a través de la Misión Médica Cubana a cambio del petróleo venezolano, que en esa época el gobierno lo veía como fuente eterna de riqueza. Por otra parte, el gobierno venezolano basaba su popularidad una dar una falsa percepción de defender a los más pobres de la explotación capitalista de los grandes empresarios, importando alimentos e insumos médicos con la renta petrolera y dándolos a la gente a precios muy por debajo de los que se vendían en cualquier comercio. Fomentando las expropiaciones acabó con el aparato productivo del país y pronto la dotación de insumos hospitalarios, así como de los alimentos dependía exclusivamente de la importación. Sin la gran renta petrolera, poco a poco la capacidad del gobierno de mantener estos programas sociales se ha ido en picada. Las fallas en la dotación de material por parte de la Misión Médica Cubana, la poca credibilidad que tiene el gobierno venezolano ante las empresas productoras de insumos, el país cayó en una verdadera crisis con fallas en insumos básicos que supera el 80% en algunos rubros.

La crisis sanitaria de Venezuela está directamente relacionada con la crisis económica, el gobierno controla todas las divisas necesarias para mantener los programas de salud, y el llamado dólar preferencial no ha sido aprobado para ninguna compañía importadora o productora de material médico

quirúrgico y peor aún, la deuda que acumula el gobierno nacional con la industria farmacéutica supera los 6.000.000.000 de dólares.

Ahora bien, ¿Existen de verdad razones para decretar una crisis humanitaria en salud en Venezuela? Yo estoy seguro que sí, con un 100% de centros asistenciales públicos y privados que reportan fallas de los insumos más básicos; operatividad nula de equipos de radioterapia en instituciones públicas; de los 100 hospitales que se reportaron funcionando a cabalidad en 2.013 sólo 10 permanecen con una dotación de insumos que llega al 50% de los necesitados; las colas quirúrgicas (Pacientes que esperan turno para someterse a una cirugía en un centro público) superaba en el 2.014 las 20.000 personas; los médicos y personal de enfermería se ven obligados a reutilizar los insumos descartables para poder garantizarles a algunos pacientes la atención básica; las enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, la fiebre Chicungunya y el Zika han causado una verdadera pandemia debido al abandono de los programas de prevención como la fumigación periódica, complicándose esta situación con ausencia de reactivos de laboratorio para hacer exámenes correspondientes para el diagnóstico diferencial y ausencia de medicinas para tratar estas enfermedades; los pacientes del programa de VIH/SIDA, que superan los 130.000 a nivel nacional viven un verdadero calvario por la imposibilidad de conseguir sus fármacos antirretrovirales; las emergencias de los hospitales reportan una alta incidencia de pacientes que son llevados por coma diabético ya que los hipoglicemiantes orales y la insulina tienen una falla en el 92% de los centros expendedores, lo mismo sucede para tratamiento de pacientes epilépticos, hipertensos y casi todas las enfermedades crónicas conocidas. Todas estas razones son suficientes no sólo para decretar una crisis humanitaria en salud, sino para exigir un cambio total en la administración del país o en su defecto un cambio del administrador.

A pesar de todo esto, Nicolás Maduro insiste en favorecer a la ideología socialista como sistema de gobierno, apelando a algunos logros del pasado para legitimar sus acciones y atacando fuertemente con grupos civiles armados a los disidentes, sembrando miedo en el personal médico para evitar las denuncias e intentando debilitar al gremio médico.

Dr. Pedro Fernández

@pedrofernandezr

Organización Médicos por Mérida