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Este primero de septiembre, Venezuela dejó en alto de que está hecha: un bravo pueblo cívico y democrático, con una profunda necesidad de cambio, justicia y libertad. Lamentablemente, no puedo decir lo mismo de la dirigencia opositora.

Para quienes en ocasiones cuestionan la gloriosa letra de nuestro himno «Gloria al Bravo Pueblo», hay que recordarles que es tan bravo que hasta infundió terror en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Ayer, el mensaje fue claro: aquí está el país movilizado, pacífico, pero no pasivo; decidido a conquistar la libertad y la democracia; dispuesto a sobrepasar al régimen y a la MUD, así que «líderes opositores», pónganse los pantalones.

En esta jornada también están los que quedaron conformes con la burla de Unidad. Sí, una burla. Fue una burla para esos indígenas que arribaron a la capital caminando desde Amazonas, para los médicos que marcharon desde Valencia; para el Padre Lenín Bastidas, que hizo una cruzada épica desde El Tigre, haciéndole un llamado de atención a la gente y a la Iglesia: “Aquí en Venezuela hay una crisis humanitaria, sino me hubiese quedado tranquilo en mi parroquia”. También fue una burla para ese millón de ciudadanos que se movilizaron. Estar conformes con lo que ahí se hizo es estar conformes con la Venezuela que soñó Chávez, la que agacha la cabeza y sigue órdenes en silencio.

Y no se trata de muertos ni violencia, se trata de firmeza y contundencia, pero ¿cuál fue el ultimátum de la MUD al régimen?, ¿cuánto fue el tiempo que le dieron a Tibisay Lucena y al Consejo Nacional Electoral para que dé el cronograma del referendo en 2016? La respuesta es ninguno.

Mientras tanto, ¿qué hacemos? ¿marchar todas las semanas sin ninguna contundencia hasta 2017? ¿El año que viene sí van a hacer el referendo para que el Psuv se libre de Maduro? Creo que aún no hemos aprendido la lección. Aquí, a diario, mueren venezolanos, niños, adultos y ancianos a causa de la crisis, desnutrición, falta de medicamentos, inseguridad. ¿Cómo se le dice a la madre del bebé que falleció en Zulia por desnutrición que espere a que el CNE le dé la gana de convocar el referendo?

El pasado 31 de agosto comenté: “Mañana puede ser un primero de septiembre más o uno que quede para la historia como el día en que Venezuela se liberó. Depende de nosotros”. Y sí, quedó para la historia como el día en que, en vez de la «Toma de Caracas», sólo nos tomaron el pelo.

@ismaelgabriel22