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Ahora una masacre se ha presenciado en los calabozos de la Comandancia General de Carabobo. Se me hace imposible no consternarme por tan terrible tragedia, y a la vez, sentir tanta indignación. Indignación por negligencias del Estado, por la falta de información y hasta por la falta de humanidad. Han hecho que se nos vuelva normal este tipo de noticias, que no esperemos explicaciones… nos han vuelto insensibles.

¡68 muertos! comenta la gente… Como si fueran solo cifras.

Pero no, no son solo cifras, son 68 seres humanos que en un par de horas perdieron su vida por la incompetencia de este nefasto régimen. Producto del hacinamiento de reos en sitios indebidos, producto de la corrupción que comanda en estos lugares. Lugares donde se realizan libremente transacciones ilícitas, donde hay más armamentos que alimentos y más drogas que seguridad. (Sin contar al resto de los venezolanos que seguramente murieron por delincuencia, falta de medicina o hambre).

Esto solo tiene un culpable: el régimen.

Su incapacidad se extiende a cada institución y rincón de Venezuela, demostrando que no tienen las ganas ni las capacidades para enfrentar y eliminar cualquier tipo de negocio sucio presente en los recintos. Y mucho menos tienen moral, pues ellos son los reyes de las ilegalidades.

No permitamos la sumisión, exijamos a las autoridades explicaciones y una investigación exhaustiva de los hechos. Hay consecuencias irreparables para estos familiares, pero si hay la oportunidad de identificar responsables, hay que llevarlos ante la justicia.

Seamos valientes, alcemos nuestras voces, enfrentemos a la dictadura, saquemos al narco-regimen, para que no se vuelvan a repetir hechos como éste, como la masacre de El Junquito. Para que más nunca tengamos que ver a venezolanos comiendo de la basura, a niños muriendo por desnutrición o ancianos muriendo por falta de medicinas.

@AndreToro28