Mucho se ha hablado sobre el día posterior de este terrible periodo de nuestra historia republicana, lo hemos hecho en familia, lo hemos conversado entre amigos y en cualquier ocasión, cuando inevitablemente el tema se hace presente producto de ese deseo de cambio que actualmente deseamos los venezolanos.
No hay duda que será inmenso el trabajo por realizar, pero a la vez es innegable el gusto que bridara en todos los ámbitos, atrás quedaran veinte años de de un régimen opresor que bien supo doblegar mediantes múltiples formas a los medios de comunicación y a tantas instituciones de espíritu democrático que no se prestaron a sus fines, y que ya hemos develado van mas allá de la mera política o de una ideología fracasada, pues es además un proceso de corrupción que ha tenido como resultado final una red entrelazada con nudos interdependientes que no permiten el desarrollo económico, la democracia, el buen desenvolvimiento ciudadano.
Finalmente el esfuerzo de tantos años de lucha está llegando a su momento crucial, el despertar del apoyo internacional y la conciencia nacional que han comprendido la necesidad de un cambio en Venezuela, este momento crucial dará paso a un nuevo período extraordinario de apertura económica y desarrollo que ameritará el esfuerzo de todos y que traerá de vuelta a su tierra a millones de venezolanos que por estos años nefastos han emigrado buscando una solución inmediata a sus expectativas de vida y como solución económica al inexistente presupuesto familiar. El país con el potencial económico de los más grandes del mundo, se prepara para dar un cambio que aun a muchos les parece lejano, pero que realmente está muy cerca, a pesar del esfuerzo mediático en tratar de convencer a los venezolanos de participar en una farsa electoral; el regimen no podrá lavar sus trajes simulando una democracia inexistente, es por ello que el mundo y la inmensa mayoría de los venezolanos lo desconocerán.
No se pueden hacer lecturas precisas de acontecimientos futuros, pero no hay duda que el tiempo de este régimen en Venezuela está llegando a su fin, luego vendrá el apoyo económico internacional, la apertura económica que dinamizará el comercio y la industria en todos sus ámbitos traerá un enorme repunte del poder adquisitivo. Para ello se hace indispensable la preparación política, no solo de los partidos sino de una sociedad de ciudadanos que reincorporen los valores de la tolerancia la justicia y el respeto por todos los hijos de esta nación. Atrás quedarán las voces agoreras que estimulan el miedo a un cambio, y pretenden alargar la agonía bajo el signo del temor hacia el futuro; cuando el futuro de un país como Venezuela lo dominarán quienes desean progresar en libertad y democracia, en los días posteriores a la transición se descubrirá cuan pequeño era el grupo de opresores que han violentado nuestras vidas, el día después del régimen, viviremos bajo el espíritu común de la reconstrucción de Venezuela, un país que renace y por ello hoy lucha, ama, sufre y espera.
Benjamín Caballero