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Así como los escritores neutros no existen, los políticos neutros tampoco. La política y la literatura deben estar comprometidas con la realidad. Las argucias del comunismo siempre entorpecen  las plumas de los escritores, los pinceles de los artistas, los oídos de los músicos y las gargantas de los políticos. El engaño de la revolución cubana inflamó la imaginación de la izquierda mundial, desde el desfile de Jean-Paul Sartre por la Habana calificando al Che Guevara como “el ser humano más completo de nuestra era” hasta un obeso número de pintores, músicos, leguleyos y escritores que se embriagaron en el espejismo comunista de los años 60. Debemos estar claros que es mucho más cómodo ser Gabriel García Márquez que Mario Vargas Llosa; la izquierda se “adueña de la moral”; al socialismo se le confunde con democracia  y la pesadilla de Venezuela nos deja entrever que defender la libertad es mucho más difícil que soportar las cargas de los despotismos electivos. En palabras del libertador “más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía”.

Cuando se hace política en una tiranía el miedo medra y el eco de la palabra libertad cada día se hace más estruendosa. En Venezuela hablar con franqueza y expresar la verdad es sinónimo de peligro, solo la osadía de las gargantas sinceras y las cuerdas vocales comprometidas con la realidad son los instrumentos de lucha que le quedan al venezolano. Lastimosamente en este artículo haremos pedantería de la controvertida frase “te lo dije”; después de duros lustros de lucha en contra del comunismo, solo el tiempo nos deja distinguir cuáles han sido los dirigentes que hicieron lo correcto ante Dios y la patria. En la oscura marisma de marchas, engaños, fraudes, rumores y cadenas de Whatsapp, destaca el discurso de la dirigente liberal María Corina Machado, la que dijo “expropiar es robar”,  advirtió sobre la maniobra comunista del diálogo (que a resumidas cuentas atornilló a la tiranía en el poder), dijo “el comunismo no sale por las buenas”,  nos enseño “que la unidad solo es posible pero con objetivos claros”,  no quebrantó el mandato de los ciudadanos el 16 de Julio del 2017,  dijo “el socialismo no funciona”,  la voz que no ha permitido que monten la bota sobre los pupitres,  invitó a la desobediencia civil,  invocó el artículo 350, nos dijo que la vía electoral está cerrada,  y la única voz que a mediados del 2018 propone la salida de la tiranía bajo la presión popular, institucional e internacional. A resumidas cuentas, por muy jactancioso que parezca solo podemos decir algo: “Ella lo dijo”.

En el laberinto que vive Venezuela quedo demostrado que los “políticos neutros no existen”, no se trata de ser de derecha, se trata es de defender los derechos, y para defender los derechos hay que fijar postura y correr riesgos.  Para nadie es un secreto que durante los últimos 60 años el socialismo en Venezuela matriculó al rancho como vivienda común, tampoco se puede catalogar como dirigente político aquel que mira con sordera y cinismo la abominable crisis humanitaria que viven los venezolanos.  El desafío para la nueva dirigencia política venezolana es recuperar el vigor de los derechos individuales, y enrumbar de nuevo a Venezuela a los caminos de la libertad.

Es cardinal que el Venezolano entienda que todo no está perdido, no olvidemos que la Europa del siglo XIX también fue revoltosa. La turbulencia latinoamericana no es sinónimo de inferioridad, naturalmente es una fase de nuestro proceso social. Europa tuvo a Rousseau pero América tuvo a Simón Rodríguez, el cual consideraba que era más importante hablar de la cultura inca que de la cultura egipcia. Alemania y Japón  “los dos grandes derrotados en la guerra” hoy en día se erigen como magnas potencias mundiales.

Así como en la actualidad los consulados del mundo se mantienen abarrotados de la diáspora venezolana, los consulados de Venezuela en Europa estuvieron atiborrados de los que huían de las ruinas de la guerra.  La invitación es a que el venezolano se prepare para el “día después; sabemos que el día que esto pase y Dios incline su oído hacia Venezuela, volveremos a ser el país abundante que siempre hemos sido; debemos estar organizados para su reconstrucción.

MSc. Froilan Roa

Coordinador de Vente del Municipio San Cristóbal