No debemos callar, y es que a pesar de que algunos tratan de tapar con fraudes la situación, en el país la situación no ha mejorado. Hace algunas semanas Venezuela fue testigo de un circo electoral, que de electoral no tuvo nada.
Desde entonces han insistido descaradamente en que todo está bien, incluso el Canciller fue a decirlo ante el mundo con la cara muy lavada, toda una vergüenza internacional.
Lo cierto es que hoy, con tan sólo salir de casa, chocas de frente con la cara más despreciable del socialismo. El transporte público prácticamente no existe, y así un montón de cosas que no sirven, pero lo más triste es acercarse a una cola frente a un supermercado.
El socialismo se refleja en los rostros de venezolanos que deben hacer interminables colas para adquirir comida, en sus gestos bajo el sol se puede observar el hambre, la desilusión, son caras vacías, probablemente muchos de ellos tienen niños esperando en casa, otros los acompañan en las colas, con hambre.
Decidí escribir un poco acerca de esto, porque es importante recordar que no debemos callar, que la indiferencia no debe reaccionar a la indignación y que el mundo entero debe estar al tanto de lo que a diario viven muchísimos venezolanos. La situación en el país no ha mejorado, como quiso hacerlo ver el canciller socialista ante la OEA, la situación cada día se agrava más, lo que nos invita a reaccionar, interna y externamente.
La prosperidad y la libertad están cerca, sí, pero depende de que cada venezolano cumpla su rol, de que cada quien haga lo que tiene que hacer desde su espacio, no debemos callar, no debemos cruzar los brazos ante las injusticias, no debemos permitirlas ni contra nosotros, ni contra nadie.
Que esto sirva para que más nunca en Venezuela se le permita poner un pie al sistema socialista que nos ha llevado a esta triste realidad. Que más nunca una dictadura pisotee los sueños de los venezolanos.
@KelvinCastilloP
Coord. Vente Joven Carabobo