Venezuela cambio mucho durante el siglo pasado, en especial la ciudad de Caracas. De la ciudad de los “Techos Rojos” que inspiro innumerables poetas, pintores, compositores, músicos como Luis María Frometa (Billo) con su “Es que yo quiero tanto a mi Caracas”, hasta hoy que se cumplirá 451 años de su fundación aquel 25 de julio de 1567 con el nombre oficial de Santiago de León de Caracas. Para 1947 se oficializa el día de Caracas gracias a los esfuerzo del cronista Enrique Bernardo Núñez, quien convención a las autoridades de decretar ese día.
Para la era del siglo XX así recordamos la Caracas de antaño: Carreteras y tramos, vías de comunicación con la construcción del ferrocarril, de la autopista, puente hierro, cemento nacional, Parque Libertador, estudio de Venezuela, la India, paseo de El Paraíso, sus mosaicos, Caño Amarillo, su Parque Nacional como el Cerro Ávila.
La ciudad vivía ínfulas de ser una pequeña Paris, el afrancesamiento en su manera de vestir, hablar y comer, junto con los botiquines o cantinas donde el coñac era la bebida favorita, el ron el más barato y el whiskey era un lujo. Luego comenzó adoptar un movimiento multicultural partiendo de arquitecturas modernas como las Torres de Parque Central, el Teatro Teresa Carreño, las Torres del Centro Simón Bolívar o las Torres del Silencio y el metro de Caracas
Ahora sobrevivir en Caracas ya no es tan fácil. El crecimiento poblacional de nuestra capital ha hacho que esta ciudad que otrora fuera una tranquila población de techos rojos, ha pasado a convertirse en una agitada urbe tanto residencial como comercialmente, servicios deficientes que incide en la demanda de la población por otra parte la problemática socio urbana se vuelve más compleja aun con el crecimiento de los índices de delincuencia y la consiguiente merma de la seguridad ciudadana. Todo un sistema colapsado por la falta de políticas públicas que empobrece al ciudadano y en consecuencia menoscaba el desarrollo competitivo de la capital y el bienestar social por el intervencionismo, centralismo y control del Estado.
Que Caracas vuelva a su arraigo es tarea de todos, no basta con las protestas que hoy están a la orden del día debido a un régimen dictatorial que no retrocede en su actuaciones y que tiene a la ciudad convertida en un verdadero caos institucional, arrastrando a la población al camino de la desesperanza por no tener una calidad de vida.
Caracas será libre, prospera, y democrática, no será fácil pero tampoco imposible su recuperación. La presencia de Dios nos acompaña y para Dios no hay nada imposible, en su próximo cumpleaños brillara para todos nuestra #Libertad.
Yraída Velázquez