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Mucho se ha hablado de responsabilidades, compromiso y lucha, pues para ello, me parece importante que hagamos memoria de algunas cosas que han pasado.

En primer lugar, es preciso que volvamos a 2015, en plena campaña para las elecciones parlamentarias. En esa oportunidad se respiraba en las calles muchísima esperanza, los llamados «aires de libertad», los venezolanos nos encontrábamos llenos de energía y más convencidos que nunca que a través del parlamento lograríamos ponerle fin definitivamente al régimen de Nicolás Maduro. Esa sensación, alimentada a su vez por la consigna usada por la mayoría de los candidatos «90 diputados pueden más que un Presidente»; y así transcurrió la campaña y llegó el día de las elecciones, el muy recordado 06 de Diciembre.

Era increíble lo que se veía en los centros de votación, se sabía a voces que la opción del cambio arrasaría y no fue hasta la noche que se confirmó lo que ya se percibía, los ciudadanos logramos conquistar no 90, sino 112 curules en el cuerpo legislativo, cantidad justa para realizar todo tipo de transformaciones.

Así iniciamos 2016, con altas expectativas, y convencidos que desde la Asamblea Nacional se conquistaría la libertad ese mismo año, con la mayoría alcanzada se podía proceder a todos los canales previstos en la Constitución para iniciar un proceso de Transición a la democracia.

Para nuestra sorpresa, al pasar el año vimos como nuestro esfuerzo fue diluyéndose con los días, las semanas, los meses y los estériles debates que no se alineaban al clamor nacional. En medio de ello, surgió la propuesta de realizar un Referéndum Revocatorio y los ciudadanos, una vez más depositamos nuestra energía en la ruta propuesta. Nos tocó a firmar y lo hicimos, luego el CNE se inventó un nuevo procedimiento para validar las firmas y lo hicimos pese a todas las trabas, incluso muchos dormimos en la calle y nos llovió encima en plena cola para validar y los que nos mantuvo firmes fueron nuestras ganas de vivir en libertad.

Como era de esperarse, los ciudadanos superábamos cada barrera que nos ponía el régimen, por lo que no les quedó de otra que suspender el proceso revocatorio de manera descarada, y eso nos motivó a tomar las calles y el 01 de Septiembre en Caracas más de un millón de venezolanos tomaron la ciudad decididos a continuar con el revocatorio, pero no con votos; ese día la dirigencia política no estuvo a la altura de la situación nuevamente, se conformaron con caminar algunas cuadras, dar un par de discursos y castrar esa movilización histórica con un: hasta aquí llegamos, nos vemos en la próxima.

No conforme con eso, cerraron el año dándole un golpe en la moral de todos aquellos que le pusimos el pecho y la pasión al referéndum, al iniciar un proceso de diálogo con los responsables de la crisis a pesar de no contar con el respaldo de la mayoría del país.

Ya con varias decepciones en nuestros hombros y con una terrible crisis en ascenso, inició 2017. Un año que recordamos muy bien.

Un año marcado por el esfuerzo y sacrificio de miles en la calle y millones al salir el 16 de Julio y protagonizar el acto de rebeldía más importante de nuestra historia, donde más de 7.600.000 venezolanos, dentro y fuera del país dimos un mandato claro a la Asamblea Nacional (convocante del proceso) que se traduce en una ruta para salir de la dictadura y conquistar la libertad, sin duda una jornada memorable y una fecha que quedará grabada en los libros de nuestra historia.

Los días siguientes con mucha timidez y tras mucha presión cívica, los diputados procedieron a nombrar un Tribunal Supremos de Justicia legítimo, pero de a poco gran parte de los convocantes se fueron alejando de la ruta de lucha y resistencia marcada por la ciudadanía; decidieron apostar por la agenda del dictador que significaba sumisión, entrega y resignación. Con esa nueva traición, el país entero decidió decirles ¡YA BASTA!

Los ciudadanos hemos luchado incansablemente por años, hemos respaldado cada una de las propuestas que nos han hecho y siempre hemos estado a la altura, pero lamentablemente no podemos decir lo mismo de la dirigencia política tradicional, que continuamente nos ha decepcionado y traicionado. Además se entendió que aquellos que no se alinean a los intereses de la libertad se hacen parte del problema.

Para la fortuna del país, existe aún un espacio político con valores y principios, que se ha mantenido coherente y del lado del ciudadano, y se trata de Vente Venezuela.

Ahora, luego de leer estas líneas, está bien claro quienes han tenido realmente compromiso y responsabilidad con el país y con la lucha por su libertad, además de quienes se han sido un estorbo para los intereses de nuestra gesta cívica. Estamos avanzando y estamos convencidos que muy pronto saldremos de la dictadura e iniciaremos un proceso de transición que nos llevará no a la Venezuela que alguna vez fuimos, sino a la Venezuela que siempre hemos querido ser.

 

@AndresRivasUDO

Coord. Vente Joven Nueva Esparta