Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

“El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero… De los demás”, esta es una de las tantas frases que nos regaló la dama de hierro, Margaret Thatcher. Cuánta razón tenía y cuánta verdad contienen esas doce palabras, y es que los venezolanos hemos tenido que aprender de las peores maneras imaginables que el socialismo no funciona.

Aunque ya se había experimentado ese modelo en otros territorios, Venezuela permanecía más o menos inmune a esta enfermedad tan terrible, que destruye todo a su paso, hasta llegar a la destrucción de la humanidad misma.

Es a finales del siglo XX, cuando nuestro país representaba un territorio fértil para un megalómano resentido y manipulado por Fidel Castro con el fin de implantar el comunismo en nuestro país y utilizar los recursos del petróleo para soportar y expandir el socialismo de siglo XXI, Chávez se ofreció como un mesías pero terminó actuando como la antítesis del mismo.

Esto, porque a pesar de que antes de su llegada al poder experimentábamos un auténtico periodo democrático, donde se respetaban las libertades civiles, se descuidaron progresivamente las libertades económicas y el respeto a la institucionalidad republicana.

Sin estas condiciones, era imposible generar el nivel de bienestar que la población venezolana reclamaba, por eso empieza y se desarrolla un proceso maligno, caracterizado por la envidia, odio de clases, irrespeto a la propiedad privada, gobernantes con poderes casi ilimitados, corrupción, represión, autoritarismo, crimen e impunidad, esa mezcla letal lo único que podría generar es lo que vivimos hoy, hambre, miseria y pobreza generalizadas, con todas las consecuencias colaterales de cada una.

Nos deshumanizaron en nombre de la igualdad, de la justicia social, y de la solidaridad. Esto intencionalmente, por supuesto, ya que un gobierno socialista siempre busca controlar a sus gobernados en todos los aspectos de su vida, controlan lo que vemos, lo que leemos, lo que comemos, lo que compramos y hasta nuestro dinero, trayendo como consecuencia la destrucción de cualquier cosa que generara riqueza.

Destruyeron y se robaron todo, no les queda nada, es por eso que ahora vemos como en un intento desesperado por sobrevivir, implementan ciertas medidas económicas que pudieran ser vistas como liberales, pero que en realidad son todo lo contrario, simplemente buscan darle un respiro a ese Estado hipertrofiado y quebrado, estimulando el flujo de divisas extranjeras, ya que como bien sabemos destruyeron nuestra moneda nacional, el dinero de la gasolina sin subsidio, no va a parar a las pocas empresas que buscan sobrevivir, va a parar al Estado, ya que ellos tienen el monopolio de los hidrocarburos y su derivados, el petróleo no es de todos los venezolanos, es únicamente de ellos.

La derogación de ley de ilícitos cambiarios les permite captar divisas ya que se van intercambiar únicamente en las casas de cambio autorizadas por el régimen. Ellos no buscan el bienestar de los ciudadanos, que quieren una economía libre de verdad, que quieren trabajar, invertir, crear innovar, que quieren ser ricos de verdad, solo quieren mantener su perverso sistema controlador de la vida de los venezolanos.

Entonces ¿Qué tenemos qué hacer? ¿Cuál es la cura de la peste del socialismo? Pues no es otra sino la libertad, no hemos vivido nunca en un país que reivindique la ética capitalista, pero hay buenas noticias, en nuestro partido defendemos al capitalismo pero con apellido, el capitalismo resultante del libre mercado, el intercambio libre y voluntario, sin regulaciones o controles, donde los ciudadanos son capaces participar en el mercado, en las áreas que sus distintas habilidades y talentos le permitan, así podemos construir una Venezuela rica de verdad, donde cualquier sueño se pueda cumplir, y donde la única forma de generar riqueza sea generando bienestar al prójimo y no robando el dinero público.

Se va a premiar al que más trabaja y al que más estudia, erradicaremos la pobreza y abrazaremos el desarrollo, crearemos una república liberal democrática que defienda la vida, que imparta justicia y erradique la impunidad. Una república que defiende la propiedad privada, porque esta se origina del fruto del esfuerzo del individuo y además representa un instrumento de dignificación de la persona, un instrumento de autoestima e independencia.

Esa República tiene un gobierno al servicio del ciudadano y no ciudadanos dependientes del gobierno. Una República que defienda la libertad individual, porque la libertad es nuestro valor supremo, ya que representa la única herramienta que tenemos para buscar, conseguir y repartir felicidad.

Entendamos entonces que el socialismo no se cura con menos socialismo, o con más socialismo, esa enfermedad antigua pero que ha mutado en incontables ocasiones, haciéndose cada vez más mortal, se cura únicamente con libertad, por eso Venezuela necesita libertad y está más lista que nunca para tenerla.

@navashumbert

Coord. Formación de Cuadros y Promoción de Valores Vente joven Dtt. Capital