Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

La definición de la palabra remesa, es un concepto que deriva del latín remissa y que está vinculado al envío de algo desde un lugar hacia otro diferente. Aunque podría hacer referencia a diversos objetos, lo más frecuente es que la palabra se use para nombrar al giro de dinero que los emigrantes realizan a sus familias, que siguen viviendo en su país de origen.

Con el aumento de las corrientes migratorias, las remesas han alcanzado un desarrollo elevado debido a la mejora en los sistemas de comunicación a nivel mundial y al mayor desarrollo de la banca a nivel internacional. Son muchos los pueblos que por años han contribuido a las economías de sus países con el envío de remesas a sus familiares. Ejemplo de ello son los mexicanos que viven y trabajan en los Estados Unidos, cuyas remesas representan casi un 40% de ingreso en la economía mexicana, en Cuba de igual manera y en El Salvador prácticamente el 70% de su PIB per cápita.

Con la reciente migración de venezolanos hacia diversas partes del mundo, surge la necesidad de ayudar a sus familiares enviándoles dinero, sobre todo para tratar de paliar las múltiples necesidades que la población sufre, como lo son los altos precios de los alimentos y medicinas, que gracias a las políticas económicas de la tiranía, han destruido por completo la capacidad de compra a través una enorme devaluación de nuestra moneda.

Lo que hay son dos formas de llevar dinero al país, una se llama “remesas”, y la otra, si es que podemos llamarlo así, es una «repatriación de divisas». Su diferencia radica en que la remesas son una cantidad de divisas en moneda extranjera generalmente en dólares, que los venezolanos residenciados en Venezuela tienen en cuentas bancarias en el exterior, trayendo esos dólares para cubrir sus necesidades antes mencionadas, devengando un ingreso por lo general inferior al precio del mercado libre, impuesto por la tiranía y que la persona estará dispuesta a pagar con tal de poder cubrir sus necesidades inmediatas. Este caso existe pero de manera muy limitada, ya que con un precio inferior al mercado negro, es poco atractivo.

Esa migración se estima que pueda alcanzar ya unos 4 millones de venezolanos, a lo cual no es difícil inferir que quienes se han ido deberán ayudar a sus familiares y al propio país con una enorme cantidad de dinero en divisas por concepto de remesas, que en teoría entrarían como ingreso a la cuenta del Banco Central de Venezuela (BCV), y que según expertos económicos, se estima pueda llegar a la cifra aproximada entre 500 y 1000 Millones de dólares al año. Pero cabría preguntarse, en una economía como la venezolana que por años ha estado absolutamente bajo la figura del control del Estado, donde no existe una economía de mercado y de liberación precios según las leyes de la oferta y demanda, aplicada también a la venta de divisas, en este caso el dólar estadounidense, ¿existe realmente un ingreso de divisas hacia el país y hacia las arcas del BCV? La respuesta es no.

En este sentido, como el gobierno necesita urgentemente reflejar en su cuenta de ingreso nacional en dólares, no le queda otra forma que crear casas de cambio, que seguramente para ser atractivo, deberán establecer un precio a dólar libre. Como diríamos en criollo: «tanto nadar para ahogarse en la orilla». Por años establecieron un cambio fijo del precio del dólar por debajo del mercado negro, para al final alinearse con él para ofrecerlo en sus casas de cambio. Por supuesto aprovecharán la circunstancia para lavar unos cuantos dólares sucios que tengan por allí, por eso eliminaron la Ley de Ilícitos Cambiarios.

Es allí donde surge la «repatriación de divisas», que no es otra cosa que una transacción entre cuentas en un mismo país, de la divisa al precio de mercado negro o libre, por parte de venezolanos en el exterior, a cambio de transacciones en bolívares para sus familiares, siendo una manera eficaz de romper el esquema perverso de control de precio por parte del estado. En otras palabras quien tiene dólares afuera y desea Bs en Venezuela, le depositarán en su cuenta el equivalente en dólares que ofertó a precio de mercado libre.

Con relación a la venta de los lingoticos de oro, me recuerda mucho la historia del descubrimiento de América en los primeros actos de estafa hechos por los españoles hacia los indígenas, donde los hispanos sorprendidos por los accesorios de oro que utilizaban los habitantes originales de nuestro continente, les ofrecían espejitos a cambio del oro que tenían. Luego de casi 526 años, Maduro y la tiranía siguen con el mismo método pero de una manera más sofisticada. Nos muestra por televisión los lingoticos de oro a cambio de tus dólares, pero en vez de darte el lingote, lo que te ofrecen es un papel o certificado de compra que supuestamente reconoce que eres propietario de ese lingote de oro.

Y al final uno se pregunta, si estos personajes ofrecieron papeles de deuda pública avalados por PDVSA y han sido incapaces de cumplir con el pago a sus acreedores, ¿qué te hace creer tener la confianza suficiente a estos personajes, que son los mismos, al ofrecer papeles por la supuesta venta del oro? Sólo los ilusos pueden caer en la trampa.