Se hace notar desde uno de los municipios que durante muchos años representó uno de los centros de comercio más importantes del estado, la avenida 4 de Mayo, la avenida Santiago Mariño, los bulevares Gómez y Guevara, sitios icónicos del comercio insular, hoy son un paseo de tiendas cerradas, de abandono y servicios colapsados, es el eco de las quejas de cada transeúnte sometido al calor y la espera del autobús para llegar a casa.
La imagen de Mariño en la actualidad refleja la verdad desnuda de lo que un sistema destinado a esclavizar al ciudadano. Más allá de la retórica social -con la que han pretendido vender paz y prosperidad-, podemos ver en la calles la gravedad de la mentira con la que han embaucando al venezolano, llevándonos a la más despiadada crisis económica de nuestro país. En las comunidades de la zona y en el Hospital Luis Ortega solo se ve una cosa “crisis y colapso”, desidia producto de un régimen que vende progreso a partir de ganancias distribuidas y no producidas, políticas económicas de intervención y control que fueron cercando al empresario hasta procurar su clausura, generando desempleo, pobreza y caos, la evidencia del fracaso.
¿Existe la forma de cambiar esta realidad económica bajo el régimen de Maduro? La respuesta es ‘No’. La primera verdad que debemos aceptar es que el plan económico de un sistema socialista, no tiene como finalidad la libertad y la independencia de los ciudadanos, su propósito es esclavitud y dependencia.
Para que Mariño, sus comercios y su gente, así como toda Venezuela retomen la posibilidad de ser productivos y con acceso a la prosperidad que genera la libertad política y económica, es necesaria la salida de Nicolás Maduro y su régimen. Debemos insistir como fuerza ciudadana “quien solo desea y espera ni interviene activamente en el curso de los acontecimientos ni en la plasmación de su destino”, el llamado es a la reflexión, a la participación en el inminente desenlace, al actuar optamos, determinamos y procuramos alcanzar un fin.
Y el fin de la dictadura está tan cerca como lo está el accionar de cada uno de nosotros en contra de un sistema totalitario. Se ha convertido en una obligación histórica el conquistar nuestra libertad.
@Josie_Valderram