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En cualquier parte de Venezuela que visitamos nos encontramos personas que eran afectas al régimen, incluso personas que aún dicen ser chavistas, y por supuesto opositoras, quejándose del nefasto y corrupto comunismo socialista implantado en Miraflores. Y cómo no quejarse, si llegas a tu casa, cansado de caminar porque ya no hay transporte, y te consigues con que no hay luz, y cuando viene, no llega el internet. Si vas a llamar, las líneas ya no soportan una llamada continuamente de dos minutos, y eso cuando la puedes hacer o cuando medio funciona; cuando abres el grifo de tu casa, no hay agua y tienes que calarte hasta un mes y más sin el servicio, y cuando por fin llega, es como papelón con limón debido a su color marrón.
Abres la nevera y no tienes nada que comer porque el dinero no alcanza debido a que tenemos una inflación de un millón por ciento; si quieres tener un poco de efectivo, cosa que es normal en cualquier país del mundo, no puedes porque te tienes que calar una cola de hasta 48 horas para que te den 100 bolívares soberanos, entonces tienes que escoger entre hacer la cola para comprar dos harinas o hacer la del banco; si se te enferma un familiar, no tienes otra opción más que pedirle a Dios que te ayude porque no hay medicamentos ni para curar una gripe.
Si vas a cualquier ciudad de Venezuela o lo que queda de ellas, lo que miras son familias enteras comiendo de la basura, mientras Maduro y su corrupta esposa comen en los restaurantes más caros del mundo, como lo hizo hace pocos días en Estambul, degustando platos que ni nos imaginamos los precios en dólares, burlándose de todos estos venezolanos que deambulan buscando entre perros y zamuros para encontrar algo qué comer porque ya no tienen cómo alimentar a sus hijos.
Ahora, ¿cuál es la solución? La respuesta es una sola: la única forma de que Venezuela salga de esta crisis es impulsando que Maduro y todo su grupo delincuencial que lo acompaña en Miraflores  se vayan y entreguen el poder, es decir, extirpar ese tumor maligno que se llama socialismo-comunista o revolución.
A este régimen no le importa que los ciudadanos sufran y mueran  de  hambre, que el país esté lleno de enfermedades y no haya ningún tipo de medicamentos, que la delincuencia nos mate en las calles y que el país esté destrozado.
Por lo tanto, mientras ellos  sigan en el poder, nada mejorará; todo lo contrario, todo empeorará, pero como dije: eso es lo que a ellos menos les importa, solo les interesa seguir en el poder para seguir saqueando el país y tener la pista libre para su tráfico de drogas y alojar guerrilleros y terroristas en Venezuela.
¿Cómo sacar al tirano?
Esta pregunta es la más complicada y difícil porque solo queda una vía, olvídense que este régimen va a salir con diálogo o elecciones, o porque vengan los cascos azules a sacar a Maduro, nada de eso. Solo queda la rebelión y el desconocimiento de esta dictadura.
El pueblo debe entender que solos unidos, alzando nuestras voces y exigiendo nuestros derechos, el régimen caerá. Los funcionarios y militares bajarán sus armas y se unirán al pueblo. Salir a la calle sin retorno y luchar es la opción de Venezuela, al esbirro no le quedará más que irse.
Prefiero un millón de veces morir de pie que vivir arrodillado ante esta dictadura criminal, asesina, inepta, socialista-comunista, corrupta y narcotraficante.  ¡Viva la libertad, viva Venezuela!