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El dirigente estadal, José Santoyo, exige a las autoridades la reparación de los hornos incineradores del Hospital Luis Razetti

(Barcelona. 02/10/2018) “En la morgue de Barcelona los cadáveres se descomponen porque las cavas no funcionan, están en condiciones deplorables y las personas no tienen recursos para cancelar un servicio funerario”, denunció este martes el dirigente estadal, José Santoyo.

“Los anzoatiguenses están pasando por triple dolor cada vez que muere un familiar: pierden físicamente a un ser querido, luego tienen que padecer para conseguir recursos y sepultarlo, pero mientras eso ocurre los ven en  descomponerse en la morgue del hospital Luis Razetti de Barcelona”, aseguró el afiliado del partido de la libertad en la entidad oriental.

Santoyo aseguró haber sido testigo del inicio de descomposición de un cadáver, además expresó que de diez cavas conservadoras, solo funcionan dos. “En esta morgue se realiza, al menos, el 80% de las autopsias de quienes fallecen por causas naturales o por alguna enfermedad en la zona norte del estado Anzoátegui”, sentenció el dirigente político.

El afiliado relató que en una de las conservadoras en funcionamiento hay cuatro cadáveres cuando realmente la capacidad es solo para uno, mientras que la segunda está colapsada con restos humanos y partes de cuerpos que han sido amputados.

El integrante del partido de la libertad dijo que “son imágenes dantescas las que se ven en esa morgue. Por ejemplo, todo ese líquido que destilan los cuerpos cuando están en descomposición corre por las cavas e inunda uno de los cuartos de conservación de la principal morgue del estado Anzoátegui”, describió con estupor el abogado, quien agregó que esto sucede ante la falta de inversión en el servicio hospitalario y de salud.

Santoyo precisó que han sido innumerables las denuncias sobre la contaminación que hay en la morgue, y aun así al régimen indolente no le ha importado. “Han llegado al punto de no enviar artículos de limpieza para el mantenimiento del área”.

El dirigente estadal de Vente en  la entidad enfatizó que no hay capacidad para conservar un cuerpo más en el lugar donde desde enero de 2018 están los cadáveres de Manuel Plaza (29), Rafael Rojas (44), Enrique Sánchez (31) y un ciudadano neogranadino (alias El Colombiano), quien iba a ser repatriado por la embajada de Colombia, pero hasta ahora esa gestión no se ha concretado.

“Antes la gente pedía apoyo a las alcaldías y gobernación, y recibían dinero para sepultar a sus familiares, pero ahora ni para eso hay recursos. Las funerarias para velar, enterrar o incinerar a una persona cobran más de Bs S 20.000, monto que supera los diez salarios mínimos y son pocos los que pueden costear estos gastos. Algunos han optado por enterrar a sus difuntos en el patio de las casas, lo cual pudiera generar un grave problema de salud.

Santoyo responsabilizó a las autoridades las cuales no se abocan de manera apropiada a reparar los hornos incineradores y las ocho cavas dañadas para solventar la patética situación que se vive en la morgue del nosocomio anzoatiguense.