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El Coordinador Estadal de Asociaciones Ciudadanas de Vente Bolívar expresa  que los trabajadores de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) no se aguantan más las miserias como el sueldo único del régimen

(Ciudad Bolívar. 08/10/2018) El pasado viernes, el coordinador estadal de Asociaciones Ciudadanas, José Luis Alcocer, aseguró que la crisis que atraviesa el país en materia de derechos laborales hizo que los trabajadores alzaran su voz contra el régimen. “Como nunca antes nuestro país había estado inmerso en una crisis agobiante que abarca todo el espectro de acción del ciudadano común”, sentenció el también trabajador de Sidor.

El Coordinador Estadal de Asociaciones Ciudadanas hizo entrega de un documento ante la Inspectoría del Trabajo con sede en Ciudad Bolívar, con motivo de exigir que se respeten los derechos de los trabajadores, plantando cara así a las pretensiones de la dictadura.

“Aun cuando estamos seguros de que la tragedia laboral venezolana es de su conocimiento, nosotros estamos en el deber de dejar constancia de nuestra preocupación y de las exigencias que estamos elevando a nivel nacional”, indicaba parte de la carta entregada al despacho laboral.

El objetivo de la misiva fue ratificar ante la Inspectoría del Trabajo que los trabajadores de la región se mantendrán en protesta hasta tanto no sea respetado el contrato colectivo logrado con años de lucha por parte de ellos, esto luego de que el régimen pretendiera imponer un salario mínimo violatorio de los tabuladores salariales que manejaban las empresas básicas.

“Como nunca antes nuestro país había estado inmerso en una crisis agobiante que abarca todo el espectro de acción del ciudadano común”, rezaba parte de la carta según explicó José Luis Alcocer.

José Luis Alcocer estuvo acompañado por trabajadores de Sidor, Venalum, Bauxilum, Alcasa, Ferrominera, Cabelum, jubilados, así como también del sector salud y educación, todos bajo una misma fuerza frente a la imposición de la dictadura.

La misma carta agregaba: “Consideramos un exabrupto, que ahora se nos pretenda conculcar nuestros beneficios logrados en más de cincuenta años de luchas. Cada cláusula de nuestros contratos colectivos es una Institución, con su historia, sangre, sudor y lágrimas y hasta sus desaparecidos.”