Cajas CLAP, pago de bonos, anuncios con bombos y platillos a la llegada de millones de piernas de cochino y algunas otras promesas en pro de la movilización del 9 de diciembre, donde iban a mostrar una maquinaria electoral que dejó en evidencia que se quedó sin aceite.
En esto se basó la estrategia perversa del régimen para lograr movilizar a los que ellos creen tener sometidos y aquellos que son sus fieles votantes, la verdad es que eso no bastó para motivar a los habitantes del Municipio Sucre, que se negaron a llenar los centros de votación, donde afuera de cada uno estaba el llamado “punto Rojo» donde se encontraban los verdugos de las comunidad, pasando lista con el famoso carnet de la patria (instrumento de control y manipulación) tratando de coaccionar a los electores, dejándole claro que si no votaban sus «beneficios» incluyendo el kilogramo del pernil, sería suspendidos y los bonos futuros anulados. ¡Vaya que manera de «pedir» el voto!
Muchas horas en jornada, centros electorales casi vacíos, y una dirigencia política nerviosa porque no veía que terminaba de arrancar la operación remate, ponía en evidencia que las elecciones de concejales Municipales eran todo un fracaso, donde al final de la tarde un “Exit poll” arrojaba una participación aproximada de 11.16% eso significa unos 2.312.400 votos, que dejaba en evidencia que los Venezolanos esta vez no se dejaron humillar por un régimen hambreador. Pasada la 10:00Pm salió la presidenta del poder electorales diciendo que la participación había sido del 27%, eso son unos 5.400.000 votos (volvieron abultar las cifras). Cuando los números reales dicen que la participación fue del 18%.
Mientras tanto el Municipio Sucre, al igual que toda Venezuela, amaneció este lunes con los mismos problemas de alimentos, medicinas, inseguridad y servicios públicos (todos), y con otro problema añadido: una navidad llena de soledad y tristeza porque la familia venezolana está dispersa por el mundo entero.
Esto deja claro que elecciones en dictadura no entregan soluciones a los problemas reales. Por eso, desde Vente Venezuela estamos luchando por la libertad. Donde los ciudadanos no solo tengan el derecho a votar, sino que su voto tenga el poder de elegir que es el sinónimo de la verdadera democracia.
«No importa quién vota, sino quién cuenta los votos», es lo que dijo Joseph Stanlin URSS en 1934, frase muy aplicable a nuestro “transparente” sistema electoral.
Anderson Silva