Durante muchos años gran parte de los venezolanos como individuos apegados a una cultura paternalista esperaban tal vez la llegada de “un gran mesías” que viniera a salvar y sacar al país de una situación de crisis en la que se sometió a los individuos en diversas oportunidades a pérdidas, no solo materiales sino también humanas y espirituales, originando el aflore de comportamientos de debilidad, de transgresión de principios. Soñaron con tener en la tierra un semi-Dios que viniera a salvarlos.
Se debe tener cuidado con volver a idealizar a un ser humano, que es igualito a cualquiera de nosotros. Permitiéndome personalizar este corto artículo, yo siempre digo una frase “somos más directores que actores”, siento que en este despertar por el que se está atravesando muchos aún carecen de consciencia acerca del papel protagónico que ha tenido como contribuyente de este proceso de transición que se vive.
Desde hace un tiempo se escuchan frases como “esto ya no lo aguanta nadie”, “esto se tiene que acabar”, “como sea hay que salir de esto” y casi sin darnos cuenta todos los que somos parte de este pequeño trozo de tierra comenzamos a expresar frases que desde el inconsciente colectivo fueron moviendo y contribuyendo a la caída de este régimen.
Tal es así que ante una nueva sensación de traición nos preparábamos y estábamos dispuestos a pasar por encima de cualquier “mesías” y nos convertimos en protagonistas de nuestra propia historia. Mi opinión no es más que un alerta que así como logramos el cambio, léase bien !lo hicimos todos nosotros!, hoy que ya estamos frente a ese mañana tan anhelado y aclamado de igual forma no debemos olvidar que necesitamos seguir despiertos y conscientes de seguir siendo los protagonistas de nuestra historia, para que ni nosotros, ni las próximas generaciones vuelvan a caer en ese letargo “beneficioso para ciertas esferas de poder” donde nos percibamos insuficientes para manejarnos.
Las leyes y los políticos tienen una función de servidores. Hay que seguir despiertos y preparar nuestro propio plan de vida y de País para que ellos como administradores lo ejecuten. Por lo que invito a cada ciudadano que ya es participe de esta historia que se tome unos minutos para reflexionar e involucrarse de forma directa en la reconstrucción de ese mañana tan soñada que ya es un hoy.
Johanna Meza Di Prizio
Vente Táchira