(San Antonio de los Altos. 26/02/2019) El mundo democrático sabe que no hay vuelta atrás, ha entendido de las implicaciones criminales que han surgido de un Estado fallido y forajido, ese que ha exterminado la vida misma, ese por el cual vamos con todo, sin opción.
Hemos sido testigo de cómo se pretende disolver la nación con el pretexto de una soberanía que se traduce en vandalismo y tortura psicológica, esa que se vivió en carne propia este 23 de febrero, pues no era de extrañarse viniendo de un régimen como el que representa Nicolás Maduro y sus amigos genocidas.
Sabemos quiénes son, y los que aún pensaban que ellos tenían un poco de buena fe, la verdad es bastante cruel, pues tuvieron que abrir los ojos en medio de una acción que criminaliza la humanidad, pues se vio un acto de genocidas, porque quemar la ayuda humanitaria que tanto se necesita en Venezuela, no tiene otro nombre.
Hay pacientes renales que tienen días sin recibir su tratamiento de diálisis y cada día que pasa su estado de salud se complica, hay pacientes de cáncer que tienen semanas que no reciben quimioterapia y cada día que pasa sin el tratamiento es un día menos de posibilidad de sobrevivir a esta enfermedad tan dura. Imaginen por un minuto lo que sintió ese paciente al ver por televisión o por alguna red social que le negaban el derecho a la vida, ese que es inalienable.
Como venezolanos no podemos bajar la cabeza, tenemos que seguir con esa fuerza irreversible que hay en la calle para decirle al mundo que estamos dispuesto a cambiar a Venezuela, que vamos con todo, porque basta de seguir permitiendo que más nadie muera en un hospital por falta de tratamiento, de insumos médicos o por una desnutrición planificada y sistemática este régimen criminal confeso.
Ellos han entendido que les queda poco, estamos viendo su desespero, porque ver cómo amarran a los militares y policías para que no se pasen al lado de Colombia para darle el respaldo al presidente (E) Juan Guaido es un síntoma que están perdidos.
Por eso es importante que nosotros los venezolanos no caigamos en desespero, al momento de caer en la desesperanza estaremos cayendo en su juego macabro. Por primera vez las cartas están a nuestro favor, pero eso sí, hay que darle con todo. En Venezuela el tiempo se cuenta con muerte con Maduro en Miraflores, es el momento de actuar con contundencia.
Vamos con todo que no hay vuelta atrás, el mundo nos acompaña en la ruta del coraje.
@AcaEduardo