(Independencia. 07/03/2019) Gobernabilidad, será sin duda un desafío clave, en la ruta de la restitución del orden democrático; en el país grueso, cargado de contrastes y matices, existe un vínculo indeleble de cohesión en torno a la necesidad de un cambio y la resolución de no volver atrás. Pero, en lo profundo de las tinieblas, subyacen al amparo del poder cantidades inauditas de organizaciones de carácter criminal e incluso de carácter terrorista, en función a esto, se hace indispensable el empleo de la cooperación de agencias de inteligencia internacionales aunado a los testimonios de empleados dispuestos a cooperar para desmontar el andamiaje criminal que hoy sustenta el poder de la tiranía.
La Transición tiene el desafío ineludible de emplear los recursos que fueren necesarios para sanear el territorio de la República de cualquier elemento que represente una amenaza a la paz de Venezuela y el resto del continente, teniendo en cuenta que algunos reductos radicalizados de estos grupos, pudieran derivar en elementos de subversión armada -que según los antecedentes- no distinguen entre objetivos militares o población civil. Visto de esta óptica, podríamos decir que la gobernabilidad de la transición está profundamente ligada a la capacidad que tenga el Gobierno legítimo, de articular y desarrollar un plan de seguridad a gran escala, capaz de neutralizar los focos terroristas y evitar la posible subversión.
Difícil pero necesaria, la tarea de garantizar la gobernabilidad, mediante la reinstitucionalización del Estado, la capacidad de generar acuerdos sociales entre las fuerzas vivas del país y el poder, y por supuesto, la garantía de seguridad para los venezolanos y para todo ciudadano del mundo que desee vivir o invertir en nuestro país.
¡No hay vuelta atrás!
Dios bendiga a Venezuela
Dennys Yovera Cardenas