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(Valles del Tuy. 22/03/2019) Pareciera ser esa la pregunta que se hace la inmensa mayoría de la población venezolana, atónitos como estamos, ante una escalada de violencia, represión y violaciones a los Derechos Humanos (DDHH) que pareciera no tener fin; aunque por otro lado, hay quienes cuestionan al Gobierno encargado y a la Comunidad Internacional diciendo: “¿Hasta dónde los dejarán llegar?”.

Un régimen genocida, que ha demostrado con la más absoluta crueldad, que poco o nada le interesa la población, la comunidad internacional o los organismos multilaterales, se aferran al poder a costa de nuestra sangre, han optado por radicalizarse hasta consumar el diseño y puesta en marcha del Exterminio del Siglo XXI. Hoy, luego de haber visto la quema de ayuda humanitaria, de ver como “militares” impidieron a médicos, pasar consultas en sectores populares, pero además cuando se sometió al país a una oscurana de casi 200 horas; y la única preocupación que quedó reflejada en las redes sociales, fue la de una acomodada familia robolucionaria, de tener una planta eléctrica que le garantizara el suministro de hielo necesario para seguir “campaneando” un escocés.

Y ante esto ¿qué? … más presión, más fuerza, hacia adentro y hacia afuera, en la invocación del articulo 187 numeral 11 de la Constitución Nacional, debe haber un emplazamiento ciudadano implacable a la Asamblea Nacional y a la propia institución de la Presidencia (e) de la República. En tal sentido, la respuesta pareciera estar en la capacidad de articular una presión sobre nuestra propia dirigencia hasta lograr que el interés nacional se sobreponga a los conflictos de intereses que pudieran existir, no podrá la ciudadanía perdonar acciones como las del pasado cuando partidos llamados opositores, torpedearon la escogencia de  nuevos rectores y difirieron debates vitales para el país. En definitiva, llegaran hasta donde se les permita; y el ciudadano ya dijo ¡HASTA AQUÍ! NO HAY VUELTA  ATRÁS, DIOS BENDIGA A VENEZUELA.

Dennys Yovera Cárdenas