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Nadie está al mando, el país apenas respira, vive por vivir, como que la existencia dependiera más de la inercia. Que por más que parezca lo contrario, el tiempo continua  andando y con él un país sin timón, menos aún timonel. Existe, si, un poder. Pero tiene su propia agenda, navegando en la ilegalidad mientras el país, como un viejo Galeón hace aguas en popa, en proa, en babor y estribor. No sólo porque no quiere, es que simplemente no puede.

Un hospital cualquiera subsiste porque su capital humano, son esos médicos residentes, algunos mal remunerados, otros simplemente cumplen la formalidad académica para obtener el título de posgrado como única recompensa. Los escasos enfermeros no tienen edad para emigrar, alguna razón los ancla al país, los médicos titulares regalan altruismo un par de horas al día. Cuando el servicio eléctrico brilla, pero por su ausencia, no hay un generador capaz de cubrir la necesidad. 200.000 Dólares serían suficiente para reemplazarlos, veinte hospitales pueden estar igual. 4.000.000 de dólares no es cifra exorbitante para ningún gobierno en el mundo. La nómina completa por ridícula la omito. Los insumos corren por cuenta de los pacientes. No hay plata para eso, pero los dólares en efectivo son el circulante informal del venezolano de a pie todos los días. Tema tabú, nadie quiere investigar cuanto circulante hay, menos como llego hasta aquí.

Las estaciones de servicio, sólo es rentable para el bombero, cientos de miles corrieron a registrarse en el carnet del oprobio para beneficiarse de un subsidio a la gasolina, subsidio que no llegó porque fue imposible adecuar los equipos a las nuevas tarifas. No hay tecnología para eso, esa tecnología cuesta dinero. No hay plata para eso, la plata es buena para comprar lealtad en grado de complicidad. No es Bolívar quien nace cada cien años, es Boves. De Boves a Zamora a Chávez. La política de tierra arrasada, el latrocinio como mecanismo de redistribución de las riquezas.  Dictadura de secuaces, cáncer en metástasis.

La seguridad ciudadana reposa en la preocupación individual. Toque de queda auto impuesto, el mimetismo con el paisaje urbano es una técnica eficaz. Es más fácil armar a los delincuentes y repartirles responsabilidades y beneficios por parcelas. Es más fácil, cuando los hay, ponerles un uniforme de la Policía Nacional, de la Guardia, graduarlos exprés y hasta un rango de gratuidad. No hay planes, no hay como hacerlo, demasiada indecencia en los puestos de comando, en los cuarteles, pero también en las ciudades, en los barrios. Me persignó tres veces y a la calle.

20.000 Niños menores a un año mueren anualmente, no hay vacunas, no hay medicina preventiva, el bebé no lo puede saber, pero estar vivo el día 366 lo convierte en un pequeño triunfador.  Perder un hijo duele, pecado. Pero no pueden evitarlo, ni siquiera hacen el esfuerzo, es mejor destinar esfuerzo instalando baterías antiaéreas rusas, diseñando rutas para sacar el coltán de contrabando, el oro, siempre el oro.

Irrumpieron en escena partiendo la historia en dos, donde todo lo que precede a la fecha está contaminado, crearon su propia narrativa de la historia, a lo que había y servía lo rebautizaron para meterle en la Psique al venezolano que la autoría de la obra era propia y no ajena.  Un solo ejemplo para hacer referencia, porque la realidad le amerita. La Central Hidroeléctrica Raúl Leoni, a partir del 2006, Simón Bolívar. No me consta, pero debe haber muchas paredes pintadas en rojos, los ojos de Chávez hasta en el sanitario de Damas, tratando de disfrazar una realidad. Todo lo que había, y servía, lo parasitaron. Y el parásito sin saberlo comete suicidio mientras asesina su víctima.

El país a veces creo que no existe, es una gran prisión donde tenemos potestad para andar por allí, a la buena de Dios. Me persignaré tres veces y saldré a seguir poniendo mi granito de arena para crear un país normal, antes que el país afecte, aún más, mi psique anormal. ¿Y ellos? usurpan un poder, lo ejercen a través de otro poder, pero sólo pueden aparentar que gobiernan, porque no gobiernan.

Twitter: @RaefZibaqui