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Los venezolanos hemos demostrado que somos fuertes y que podemos pasar por cualquier cosa, pero la realidad es que no tendríamos que pasar por estas cosas. No tenemos que demostrarle nada a nadie, nuestro gentilicio ha sido pateado y arrastrado pero aún sigue con la moral intacta. Nuestro sentido de la normalidad ha sido afectado y cambiado gracias a la capacidad tenaz de la dictadura para moldear la mente de algunas personas a través de las necesidades.

Jamás nos hubiéramos imaginado que estar varias horas, hasta días completos sin luz sería algo de la cotidianidad, es injusto e inhumano. Claramente esta dictadura es sinónimo de muerte, desgracia y hambre. A nivel internacional, antes éramos conocidos por ser productores de un sinfín de cosas. Gracias a esta crisis que ha sido provocada por los que hoy en día usurpan el poder, somos conocidos como hambrientos y gente que sufre. Esta última característica jamás ha sido algo que identifique a los venezolanos, somos personas que luchan, que resuelven, que trabajan e intentan ponerle buena cara a todo lo que están realizando. Pero estamos en un punto donde no se puede ver el lado positivo a las cosas, porque no las hay.

Sólo hay rocas en el camino que no podemos levantar en entre dos personas, debemos batallar todos unidos si queremos un futuro donde si haya cosas positivas las cuales más que nunca debemos mantener y luchar para que nunca más sean arrebatadas de nuestras manos. Este tiempo histórico en nuestro país ha sacado a la luz la verdadera personalidad de las personas, y de todas esas personalidades, la más peligrosa es la que ignora los hechos, la que pasivamente coopera con que nuestro país vaya cayendo más en el agujero negro de un comunismo asesino disfrazado de “bien común”.

Esto dejó de ser un debate entre partidos políticos, y se convirtió en momentos críticos y decisivos para la historia de nuestro país, debemos actuar, debemos luchar. El potencial de las personas que están en Venezuela es grandísimo, no dejemos que la avaricia del usurpador y sus colaboradores nos conviertan en un pueblo que recoge migajas. En la última década, Venezuela ha sido robada, violada, ultrajada, desmantelada e invadida.

Pero este es el momento donde la juventud se alza en contra de la dictadura, este es el momento donde todos debemos levantarnos y demostrar que no sólo estamos dispuestos a recuperar nuestro país  sino también a trabajar y realizar lo que sea necesario para reconstruirlo y devolverlo a la prosperidad que tanto se merece.

Twitter: @RealHectorTovar