El masoquismo se define como el “disfrute erótico por las humillaciones de otra persona”, es decir, hace alusión de aquellos que gozan recibiendo golpes e insultos en lugar de halagos y caricias. En tal sentido, si ser masoquista es disfrutar o sentir placer con un pensamiento, situación o hecho desagradable o doloroso, no cabe duda alguna que algunos venezolanos son masoquistas políticos, en caso de defender políticas y dirigentes o pensamientos políticos que los llevan a sentir felicidad por una bolsa de Clap, conseguir alimentos, gas, gasolina y medicinas después de largas horas en colas, donde los ciudadanos, en su desespero, se agreden física y verbalmente entre ellos para lograr conseguir lo que necesitan.
Así mismo, Venezuela tiene un recorrido socialista que la ha llevado a la miseria desde finales del siglo XX y comienzos del XXI, con una desmedida inflación, considerada la más alta del mundo, con organizaciones criminales desatadas a la magnitud que los ciudadanos expresan abiertamente “sabemos cuando salimos, pero no sabemos si regresamos”, por lo que cabe destacar que la seguridad no existe, pues la corrupción de los órganos de seguridad del estado es exorbitante. Por otra parte, el descrédito internacional perjudicó a todos los venezolanos a pesar de tener una nación rica en minerales, petróleo y ecosistemas, las políticas descontextualizadas basadas en el comunismo provocaron la desmotivación al estudio y la preparación profesional, llevó las aspiraciones de muchos a un conformismo que acepta fácilmente cualquier circunstancia.
En este mismo orden de ideas, se puede decir que en Venezuela, el masoquismo se presenta en su sentido más estricto, entendiéndolo como una búsqueda activa consciente o inconsciente de sufrimiento físico o psicológico, ya sea en forma de autoperjuicio, autocastigo o de privación de placeres, es decir, condiciones de sufrimiento a la que los ciudadanos otorgan un significado en otro nivel, donde a pesar de la calamidad política y económica de la nación causada por un régimen socialista para la adquisición de los bienes y servicios, al conseguirlos en los ciudadanos genera un estado de placer y satisfacción.
Por tal motivo, es necesario despertar a la ciudadanía venezolana para que no se acostumbre a los maltratos que sufre a diario en los supermercados, hospitales, instituciones públicas y privadas, en los organismos de seguridad e incluso en las calles por otros conciudadanos. De igual manera, enfocarse hacia una tendencia política con base en el desarrollo y exigir a los funcionarios públicos que eligió tomar medidas para la reparación inmediata de los daños causados a la nación. En tal sentido, exhortar a los diputado de la Asamblea Nacional al cumplimiento de sus atribuciones contemplados en la carta magna.
Basta ya de lemas y promesas demagógicas que no pueden solucionar los graves problemas de los venezolanos, el momento es ahora, por la libertad, por la vida y el desarrollo de Venezuela, No Hay Vuelta Atrás!!!
Jhonny Arnaldo Lara
Twitter @jhonny326Lara