El área de Distrito Capital cuenta con 2.104.000 habitantes (Censo INE, 2011) y está asentada sobre una cuenca de tipo: semi-graben medio, que fue llenada de sedimentos (Singer, 1977) y que es bordeada por un relieve montañoso escarpado, dentro de la Región Natural: Serranía del Litoral. Debido a esta localización, en la ciudad de Caracas se pueden contabilizar una serie de amenazas socio-naturales a los cuales los habitantes de la misma, están expuestos. Entre las amenazas se destacan: sismicidad elevada, debido a su cercanía al límite entre las placas tectónicas Caribe y Suramérica, con los sistemas de fallas de La Tortuga, San Sebastián, Tacagua-El Ávila y La Victoria, donde se incluyen las amenazas por deslizamientos de las principales laderas escarpadas de la ciudad; amenazas hidrometeorológicas, las cuales hemos venido denunciando con frecuencia desde Vente Distrito Capital, que comprende las inundaciones en la cuenca del río Guaire, como por ejemplo en la parroquia San Pedro, así como deslaves y flujos de materiales provenientes del Parque Nacional El Ávila (Waraira Repano), al Norte de Caracas. Asimismo, se deben incluir las amenazas por incendios forestales, relacionada con las condiciones hídricas de la vegetación en épocas de sequía, como las ocurridas el primer trimestre del presente año.
La ocurrencia de estas amenazas, tiene variables manifestaciones en sus escalas temporales y espaciales en Caracas. La amenaza sísmica ha afectado la ciudad, a través de terremotos grandes diferenciados en el tiempo, mientras que las consecuencias producidas por fenómenos hidrometeorológicos, especialmente en períodos de lluvias como los actuales, se manifiestan de forma continua y con múltiples deslizamientos e inundaciones distribuidos en diferentes sectores de la ciudad, los cuales afectan la calidad de vida y la integridad de los caraqueños.
Debido a la ocupación de Caracas y sus áreas circundantes, así como por la densidad de las edificaciones de la ciudad, las cuales presentan una vulnerabilidad variable, en lo social, económico, institucional y político, debe considerarse Caracas como un territorio con un elevado riesgo ante diferentes amenazas naturales.
El proyecto de la Caracas ciudadana en el área de Políticas Públicas, propone entre sus 7 líneas programáticas, la formulación de lineamientos y directrices generales de gestión de riesgo- ambiental en la ciudad, que permitan definir medidas, herramientas y proyectos específicos, dirigidos a la intervención de la vulnerabilidad ante amenazas naturales, con el objeto de disminuir o mitigar los riesgos existentes en la actualidad. Entre los lineamientos que contempla este sub programa, contenido en el programa de seguridad ciudadana, podemos destacar los siguientes: 1) Lograr consenso respecto a los problemas ambientales más críticos por parroquias de Caracas, fomentando el diálogo y la participación de todos los sectores de la sociedad en el proceso de la toma de decisiones; 2) Hacer posible la formulación, ejecución, seguimiento e implementación de estrategias y planes urbanos con miras a mejorar la gestión ambiental urbana; 3) Desarrollar mesas de trabajo por parroquias, con la finalidad de informar a la población de la situación actual de su entorno, elaboración de posibles planes de evacuación, así como la elaboración de planes para las mejoras de equipamiento y servicios; 4) Instalar sistemas de alerta temprana en quebradas identificadas como las de mayor riesgo y los respectivos planes preventivos, especialmente en zonas con amenazas hidrometeorológicas; 5)Determinar áreas vulnerables a escala local con ayuda de las comunidades, tomando como base los estudios previos elaborados en Caracas, posterior a los eventos de deslaves de 1999, como Proyecto Ávila, Proyecto JICA o la microzonificación sísmica de Caracas; 6) Desarrollar un programa de incentivos para la reubicación de personas que viven en viviendas improvisadas construidas en zonas vulnerables; 7) Reforzamiento y/o rehabilitación de edificaciones construidas hasta la década de los 60, con alta vulnerabilidad ante amenazas sísmicas; 8)Reubicación de áreas informales heterogéneas sin accesibilidad, que se encuentran en condiciones precarias; 9) Reubicación, reforzamiento y/o rehabilitación de áreas informales, céntricas; entre otros aspectos.
Esta política, una vez logrado el cese de la usurpación, debe ser cónsona con la aplicación de normas e instrumentos legales de ordenamiento urbano en la ciudad, en el que se establezcan las formas de ocupar, producir y consumir el espacio edificado, para garantizar la permanente regeneración de los sistemas sociales y económicos de Caracas, mediante el ordenamiento y la ocupación del suelo urbano, teniendo en cuenta que la “Ordenanza modificatoria de la ordenanza sobre Zonificación del Municipio Libertador”, en la que se regula el uso, la densidad de población, áreas de ubicación y retiro, altura de las fachadas, estacionamientos de vehículos, data de 1996. Por lo que es necesario, realizar y ejecutar una actualización de las normas urbanas en la ciudad, que considere entre otros aspectos, la variable riesgo y los patrones de crecimiento y anarquía que se han generado durante el proceso político del chavismo-madurismo.
Lic. Geog. MSc. Carlos Narváez
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