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Soy de un pueblo geográficamente pequeño al oriente del Guárico; un pueblo que, como la mayoría de los pueblos de Venezuela, hoy se encuentra golpeado y agobiado por la crisis y el desgobierno. Yo soy de Tucupido.A pesar de tanta desidia, a lo largo de estos últimos años, en Tucupido una juventud valiente y proactiva ha decidido incursionar en la política, dando la cara por el municipio con la esperanza de devolverle a nuestro pueblo ese semblante pujante y trabajador que teníamos cuando nos llamaban «El granero del Guárico». Una juventud que, sin mucho apoyo económico y sin apadrinamientos, incluso algunos sin aspiraciones políticas personales (solo con la convicción de que Venezuela y nuestro municipio tienen futuro), ha decidido defender con vehemencia y convicciones libertarias fuertes su derecho a vivir en paz y mejores condiciones, vivir en un pueblo donde el fruto del esfuerzo individual sea suficiente para tener dignidad.

No es nuevo esto de ver jóvenes luchadores por causas nobles en Venezuela. A lo largo de la historia, desde aquella Batalla de la Victoria de 1814, pasando por la valiente generación de 1928 y, más recientemente, la generación de 2007, hemos visto muchas gestas libertarias encabezadas por la juventud. Sin embargo, no es fácil ser político joven en Venezuela y menos en los estados llaneros; donde, en medio de la agonía propiciada por el régimen y por la crisis económica, tienden muchos a seguir con la mentalidad caudillista. Región llanera donde solo el rico, el empresario y el enchufado son los únicos que pueden hacer “política” a sus anchas, dejando así a un lado ideas y proyectos maravillosos, que se quedan en gavetas y en los sueños de sus autores por no contar con el apoyo logístico necesario.

Esto hace aún más admirable e interesante el fenómeno político que hoy vive Tucupido y gran parte del estado Guárico, donde la juventud es la punta de lanza en esta lucha tan desigual; no solo en el activismo político, sino en la organización, planificación y liderazgo en general.

No tengo ninguna duda de que pronto Tucupido estará en buenas manos. Es cada vez más evidente que esta nueva generación de políticos, jóvenes en edad, espíritu e ideas, con sentido ferviente de libertad, de política con valores, anticogollos y sentido pleno de la democracia, esa juventud que decidió quedarse en el país pese a las adversidades, a exponer su vida por una causa tan justa como lo es el futuro de todos, será en poco tiempo la que lleve las riendas de manera correcta de un pequeño pueblo empobrecido, pero no derrotado. Un pueblo con el sueño de ser grande y que cada vez encuentra en su juventud, el antídoto perfecto al populismo, la corrupción y la baja política. Gracias a esta juventud es cada vez más palpable el sueño de un Tucupido grande.

 

@AdrianTucupido

Coordinador de Vente Venezuela en el municipio José Félix Ribas del estado Guárico