Desde que se implementaron las nuevas sanciones al régimen se le ha ido subiendo el agua al cuello, viendo las actitudes de algunos de sus socios en el extranjero. Pero a su vez la especulación también ha hecho de la suyas y esto sirve de argumento a los seguidores del socialismo del siglo XXI para buscar reforzar la matriz de opinión que tenemos una “guerra económica” y por ello es que el país tiene la inflación más elevada del mundo.
Evidentemente que la inflación sea indetenible no es ninguna guerra económica dirigida desde el extranjero, sino en parte es el resultado de las pésimas políticas del régimen, la especulación interna de algunos procesos productivos y de distribución en el país (algo que se resolvería en parte con dolarizar la nación). Por supuesto a ello hay que incrementarle los costos de las matracas de las distintas alcabalas que están desperdigadas por todo el territorio nacional y que su función principal ha sido imponer sus cuotas a todo el que pase por ellas. Esto hace que productos como la carne, el queso y hortalizas cuesten tres veces o más de lo que se puede conseguir en los lugares que se producen.
En un país donde los valores y la ética del oficial, que debería ser el garante de la seguridad del ciudadano, de lo que realmente se encarga es de la matraca y demás negocios ilícitos. Así cómo podemos echarle la culpa a una guerra económica desde el extranjero.
Sin duda, si no se toma conciencia de forma masiva, el post chavismo no tendrá muchas diferencias a lo que tenemos al día de hoy, y por más que existan muchos que tratemos de llevar el barco a buen puerto, el trabajo de unos se verá apabullado por el comportamiento irresponsable de otros. Así digan que “los buenos” somos más, la realidad es que “los malos” perjudican bastante, y se nota mucho.
Coordinador de Formación de Cuadros de Vente Los Salias
@jfmarcano
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