Hoy en día los venezolanos sufrimos los designios de un régimen que tiene a Venezuela secuestrada y que afecta a todas las instituciones de nuestro país. Este régimen arrastra la dignidad de cada uno de los ciudadanos, obligando a muchos de nuestros hermanos a salir por nuestras fronteras de forma desesperada. Para nadie es un secreto la hiperinflación genocida que nos consume día a día.
En las últimas semanas las acciones de la comunidad internacional han destapado la ola de corrupción por parte del Estado criminal y de algunos actores políticos que cohabitan con el narcorrégimen. Por eso:
- Las sanciones de Estados Unidos son oportunas porque ha quedado demostrado que ese país no va a aceptar cualquier tipo de diálogos con estos delincuentes. Estados Unidos está dispuesto a actuar sobre la ruta del 233, que acordamos con el presidente Juan Guaidó este año, y que incluye también la aprobación del artículo 187 numeral 11 de la Constitución venezolana para engranar con el Principio de Responsabilidad de Proteger de las Naciones Unidas.
- Estas mismas acciones de Estados Unidos son completas, ya que el Estado norteamericano le há bloqueado las cuentas a aquellos funcionarios del régimen que se han lucrado sobre la plataforma financiera de los Estados Unidos para proteger los activos de los venezolanos.
- Estas sanciones son aceptadas por todos los venezolanos.
Por todo esto, debemos tomar una ruta coherente y valiente, porque estamos luchando en contra de criminales, no de políticos. La política se escapó de la mano del chavismo, solo están en un intento desesperado por mantenerse en el poder. Y no por la silla presidencial, sino por la ruta del narcotráfico. ¡Los delincuentes no salen con flores, salen a la fuerza!