“La libertad está en ser dueños de la propia vida”. Platón
¿Por qué soy liberal?
A lo largo del tiempo muchas sociedades se han visto sometidas a distintos regímenes autoritarios que han socavado las libertades naturales del hombre, viviendo la opresión y la injusticia por años.
Ante la dominación y el desafuero, siempre ha persistido el impulso originario de ser libres, desde rebelarse a los monarcas hasta enfrentarse contra gobiernos totalitarios. En nuestra sangre corre la necesidad de libertad.
El pensamiento liberal surge como antítesis del dominio para proteger al individuo de los abusos de poder. John Locke, el padre del liberalismo clásico decía que el ser humano tiene tres derechos irrenunciables por solo existir: el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad privada.
El liberalismo busca reflejar la naturaleza del hombre a través de la libertad plena para su desarrollo. A pesar de vivir en sociedades y trabajar por el progreso mutuo somos seres individuales, con habilidades distintas y objetivos diferentes unos de otros.
No se puede hallar el bien común en cuartar las libertades personales. Los seres humanos son entes racionales con la capacidad de elegir por sí mismos, y que toman completa responsabilidad de sus acciones. El Estado debe proteger el principio biológico que significa la libertad individual, en todos los aspectos, como el libre culto religioso, la autonomía económica, la propiedad privada e incluso el libre pensamiento político.
Es por eso que los gobiernos tienen que ser limitados, siendo así la única forma probada de preservar tales derechos. No se puede concebir un Estado paternalista y protector, ya que trae consigo el sometimiento y se aleja de la práctica de la democracia.
Por más similitudes que pueda tener la gente, cada uno es desigual, no habrá desarrollo con visiones colectivistas de quienes gobiernan. Las complejas estructuras sociales en las que vivimos no vienen de una inteligencia directora, sino de un proceso evolutivo de la creatividad humana en el marco de la libertad, cooperación voluntaria, intercambio de ideas y libre comercio.
El liberalismo defiende el derecho que las personas tienen para conservar sus riquezas producto del esmero y esfuerzo propio. Frederic Bastiat escritor y economista francés del siglo XIX decía que, “La solución al problema social, está en la libertad”. La historia ha demostrado que las naciones con altos índices de libertades son las que están a la vanguardia del avance social, del desarrollo científico y con prosperidad económica.
“Por más egoísta que se pueda suponer al hombre, existen evidentemente en su naturaleza algunos principios que le hacen interesarse por la suerte de otros, y hacen que la felicidad de éstos le resulte necesaria, aunque no derive de ella nada más que el placer de contemplarla”. Pensamiento de Adam Smith, economista y filósofo francés. (1723-1790)
Ser liberal va más allá de ubicarse en una posición ideológica o política, es hacer caso a nuestra biología, es una forma de vida donde la única igualdad que debe existir es ante la ley. Está en nuestro instinto querer ayudar a los demás, compartir y ser justos, sin imposiciones, sin restricción alguna. Los humanos somos empáticos, somos liberales por naturaleza.