“Somos un país rico”, típica frece dicha todo el tiempo por cualquier venezolano, pero en ella se esconde la lógica en la que debe haber un pequeño grupo de personas adecuadas para que generen las riquezas necesarias para que la mayoría viva sin tener que hacer nada. Es decir, mentalidad socialista pura y dura ya que los partidos “tradicionales” que dominaron la política nacional en el periodo democrático y que dieron a luz hace un poco más de dos décadas al MVR 200 son los que se preocuparon en sembrar este tipo de ideas.
Es bien sabido por todos que hay naciones que no cuentan con ningún tipo de recursos naturales y que en muchas ocasiones se encuentran más bien con desventajas comparativas con Venezuela, tienen mejor calidad de vida y potencialidades de las que nosotros no tenemos ni de lejos.
Países como Japón, Corea del Sur, Singapur, Suecia e Israel, por nombrar algunas, son países que en su situación geográfica tienden a tener escasez de muchos recursos, sin embargo son naciones con una calidad de vida de primer mundo, y todo porque la concientización de la mayoría de sus ciudadanos está orientada a trabajar para generar la riqueza que el país le hace falta.
La actitud de los ciudadanos es la que hace la diferencia a la hora de decir que un país es realmente rico, por ello siempre he pensado y dicho que nuestro país es potencialmente rico a medida que las personas pongan a valer sus capacidades y le den viabilidad a proyectos que nos lleven adelante en un mundo cada vez más globalizado. Por supuesto, todo esto solo se podrá dar acabo teniendo un Estado que respete la propiedad intelectual, privada y que solo se dedique a que los ciudadanos seamos iguales ante las leyes, y por supuesto, que no se meta en ningún área de producción.
De otra forma solo seguiremos en el mismo círculo vicioso en el que nos han metido desde la llegada del socialismo en 1958.
Coordinador de Formación de Cuadros de Vente Los Salias
@jfmarcano
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