Las FARC son un instrumento de mafias y terrorismo en Colombia y el resto de América Latina para plagar en conjunto con el Foro de Sao Paulo el sistema comunista, a través de la violencia y el narcotráfico. Este grupo está dirigido por el régimen castrista de Cuba que por más de 60 años se han ensañado por empujar su sistema nefasto por el resto de los países de Latinoamérica.
Venezuela juega un papel importante en el hemisferio. No es casualidad que estos criminales estén respaldados por el régimen de Maduro y sus mafias que hoy usurpan el poder en Miraflores.
Las FARC se ha desplazado por toda la frontera del país vecino, y también está confirmado que se encuentra en territorio venezolano, sembrando violencia por la toda la frontera y ocupando espacios de al menos 11 estados del país por sureste hasta la zona de Guayana, desplazándose desde los andes, llanos y el territorio de Bolívar y Amazonas para saquear los recursos que ahí se encuentran.
El régimen cubano tiene sus manos metidas en todo esto, hace pocos meses participaron como mediadores dentro del supuesto «diálogo de paz» entre la guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos; un proceso de diálogo falso donde se le vendía la paz al diablo para que estos se hicieran del poder a través del voto.
Las FARC en su intento de llevar al poder con el voto, no lograron la confianza del pueblo colombiano, y una buena parte reconoce que no hubo justicia. Solo se vendía la paz a cambio del poder, y ahora las mafias guerrilleras al verse ahogados y fracasados, pretenden revivir sus fuerzas nuevamente volviendo a las armas que nunca dejaron.
El presidente de Colombia, Duque tiene un gran desafío, no se ha equivocado en pedir la cabeza de quienes pretenden llenar de sangre las calles de Colombia. No puede haber impunidad. Debe enfrentarse con mano dura a la delincuencia o perderán el poder por la fuerza. Los comunistas al verse perdido por el voto lo intentarán nuevamente con las armas, pero, no lo harán solos. El régimen de Maduro y de Cuba son sus mentores, reactivarán sus células terroristas en América latina porque se ven perdidos.
Hoy más que nunca, el mundo debe mirar esto con atención y ya no puede haber complicidad, se tratan de vidas que corren peligro, porque un grupo criminal quiere imponerse en el poder porque sí. Esta acción, debe mirarse como una amenaza para la región, Maduro y Cuba no están dispuestos a perder, y seguirán apoyando estos grupos con tal de continuar el saqueo. Al mundo, le encendemos las alarmas. De no hacerse nada, Venezuela y el resto de América Latina seguirá invadida por el comunismo carnívoro, salvaje y empobrecedor. A los países aliados, es momento de articular una coalición libertadora que coloque a estos terroristas en su lugar y podamos vivir en paz, en libre desarrollo y con oportunidades para el ciudadano. R2P Ya!
@JEAN20CARLOS
Coordinador Vente Joven Yaracuy