(San Pablo. 01/11/2019) Las circunstancias que se viven en el país no son casuales, es un proceso que se inició cuando el insepulto gritó a los 4 vientos en un mitin que iban a freír cabezas. A partir de ese momento comienzan una serie de amenazas, “la revolución es pacífica, pero armada, no se equivoquen” y las consabidas amenazas del segundo a bordo, ese que preside la írrita constituyente.
Son constantes las intimidaciones, represalias contra las protestas, o cualquier tipo de denuncia por corrupción, desapariciones forzosas, exterminio -caso Oscar Pérez-, la escasez de alimentos y medicinas, deterioro de los servicios públicos, desempleo, destrucción de empresas, expropiaciones, destrucción de tierras productivas, aumento de los controles, entre otros.
Todo este proceso que ha permanecido durante 20 años produjo lo que los psicólogos llaman un proceso ansiogénico en la población; trastorno de ansiedad generalizada. Las preocupaciones excesivas desbordan a las personas y ocupan su tiempo, se sienten sin control, son invadidas por pensamientos de peligros y riesgos de forma repentina, con la sensación de flotar o dar vueltas en problemas, sin descanso y sin ubicar solución, lo que ocasiona una tensión permanente e interfiere en la vida diaria de la persona. Esto da pie para pensar que lo que se vive en el país, es algo muy bien delineado y ejecutado por personas que conocen de la conducta humana.
Para entrar en razón: En Venezuela estamos inmersos en una gran caja experimental como ratones o palomas, quien haya leído de la caja de Skinner o cómo se realizaron los experimentos de Thorndike, entenderán a qué se refiere esta situación. Estoy consciente que abra quien diga que son elucubraciones de un loco sin oficio, (pueden preguntar a quien haya estado en el Frente Francisco De Miranda sobre los trabajos con los psicólogos) y se dará cuenta que estamos envueltos en el desarrollo de un experimento conductual, en el cual se manejan los mismos reforzamientos positivos y negativos y por supuesto los castigos; si protestas eres reprimido, vas preso sin juicio y por el tiempo que indique el cacique más cercano.
Ahora bien, porque no colocamos el foco en el meollo del asunto y aclaramos las cosas. Nos han manipulado con la administración de nuestras necesidades elementales, para mantener a todos viviendo en una dependencia permanente del régimen.
La gente vive en una angustia permanente, una eterna zozobra, para sobrevivir el día a día. En virtud del manejo social del que somos víctimas, hay que hacer sacrificios (sin ánimo de asustar) y esforzarnos todos los que estemos en condiciones para reeducar a la población, rescatar los valores y principios signados por la libertad y el honor familiar, la responsabilidad y la honestidad. Esta, es la forma de crear un escudo contra los maleantes que nos han destruido por más de 20 años.
Es mucho el tiempo que nos hemos preguntado ¿porque todavía hay gente que sigue creyendo en esta atrocidad?, ¡pues ya lo ven! programación neurolingüística, ejemplo “no importa que tengamos hambre, no importa que estemos desnudos” o “con hambre y desempleo con Chávez me resteo” lo repiten mil veces para hacerlo realidad en su mente, al punto de no ver más allá, ahí lo tenemos; es una realidad (es lamentable lo poco que se valoran), condicionamiento operante, programación conductual. Cuestionar no es malo, si el esmero es por superar lo cuestionado, según Skinner la duda es el principio de la sabiduría, pues entonces no desperdiciemos la oportunidad de sustituir lo que sabemos que no sirve o que sencillamente, es destructivo.
Ahora bien que hacer en este caso, pues la oscuridad se combate con luz, y la luz es el conocimiento, hacer las cosas distintas y mejor, con fe, optimismo y esperanza, con la convicción de que se pueden cambiar las cosas, para vivir de forma digna. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo, cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Edgar Hernández