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¡Y no me da la gana una dictadura como la venezolana! Con esa consigna empieza una lucha inspiradora, una lucha por la libertad.

Ante un proceso electoral fraudulento, cuyo responsable es el dictador Evo Morales, los ciudadanos bolivianos deciden apoderarse de las calles y conquistar su libertad. Tras más de 10 años viviendo bajo el poder de Morales, hoy lo han derrotado.

Los bolivianos nos han dado esperanza después de ese gran ejemplo de constancia y determinación en la lucha por un mejor país. Esa misma constancia y determinación que hace falta en algunos países, cuyos dirigentes solo se han dedicado a dar oxígeno a la tiranía de su nación, e incluso a ser tibios en su gobierno, permitiéndoles el retorno a aquellos que solo saben destruir.

A diferencia de Venezuela, ellos no creyeron en los diálogos ni en las negociaciones. Entendieron que con criminales no se sienta a dialogar ni a negociar. Pero además, estaban muy convencidos de que solo la fuerza -que no es violencia- era el camino para lograr el objetivo. Ruta del coraje.

Renacer. Ellos querían renacer. Así como también América Latina quiere hacerlo, y hoy este país que fue ignorado nos ha dado un par de bofetadas para levantarnos y decirnos que sí se puede. Nos ha dado una gran demostración de valentía, de que la fuerza ciudadana lo vale todo, pero que también la fuerza institucional va de la mano.

Los cuerpos de seguridad del Estado también velan por su libertad, porque ellos también son ciudadanos y es de nuestro lado que tienen que estar, por el bien de una nación que clama justicia. Y Bolivia lo entendió. Su Fuerza Armada estaba consciente de lo que estaba sucediendo, y cumplió con su deber: proteger a la nación.

Este país se ha convertido en la esperanza de Latinoamérica. No permitieron que la «brisa bolivariana» destruyera sus sueños, y por eso la voz de la libertad se impuso. Perdió la izquierda. Perdió el Foro de São Paulo. Perdió el Grupo de Puebla. Perdieron los criminales.

No, con criminales no se dialoga.

No, la libertad no se negocia.

Sí, a nosotros, los ciudadanos, se nos respeta.

Sí, el único objetivo es la conquista de la libertad.

Y sí, los bolivianos están muy claros.

Ahora nos toca a nosotros continuar esa lucha, seguir el ejemplo que ellos han dado y hacer de Latinoamérica una región libre.

No hay que confiarnos.

Es momento de organizarnos y creer en nuestra fuerza así como ellos lo hicieron. Porque se trata del futuro de tus seres queridos y del tuyo, se trata de ti, de tu vida y libertad. Por eso, no hay que bajar la cabeza; Bolivia pudo, nosotros también vamos a lograrlo.

¡Gracias, Bolivia!

Gracias por las bofetadas que nos ha dado para entender que sí somos fuertes y podemos vencer el mal. Gracias por darnos esperanzas y ser inspiración. Estamos listos.

Jubelys Álvarez

@jubelysmab