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En Venezuela, desde que tuvimos República hasta que la asaltaron; mediante el engaño y el populismo en 1998, provocado por un débil, fracasado y por el agotamiento de los sistemas aplicados por gobiernos de la democracia representativa, (excepto bajo la dictadura de Pérez Jiménez, donde hubo libertades económicas, menos políticas), nunca hemos tenido en nuestro país: Una economía de libre mercado como fuente de innovación y de riqueza, que promueva la libre y sana competencia, ni una sociedad abierta al mundo; con oportunidades de ascenso que conlleve al ciudadano a la superación individual mediante el esfuerzo y el trabajo (emprendimiento), sin que siga o esté obligado a depender de las dádivas del Estado.

Tenemos como oportunidad, generar a través de la formación y el rescate de los valores en la sociedad, el despertar de la conciencia ciudadana, propiciando el debate político de lo que se requiere aplicar en el corto y mediano plazo, para superar la crisis provocada por el régimen actual, más que como una imposición (que no lo es), la comprensión de un proyecto político, social y económico que realmente se resuma en rescatar la República y forjar ciudadanos amantes de la libertad, comprometidos con las instituciones republicanas, creadores de riqueza, y promotores de la solidaridad como base esencial para tomar la bandera victoriosa de la libertad y hacer de VENEZUELA un país verdaderamente RICA en todos los espacios que inciden en la sociedad.

Este proyecto país, no puede ir viciado de lo mismo que hemos tenido desde antes, es decir: «socialismo». Desde nuestra óptica, siempre hemos tenido ese sistema en Venezuela y nunca ha funcionado, porque así lo vemos y lo vivimos en carne propia, por lo tanto, nadie nos lo ha contado.

En consecuencia, si revisamos las páginas de la historia en ningún país éste sistema de «distribución de riquezas gratuitas» ha funcionado; al contrario, se han afianzado con fuerza y con ello se han generado el empobrecimiento de la sociedad, el quiebre total de la economía y una deuda externa excesiva, así mismo se han establecidos los regímenes totalitarios y antidemocráticos.

Se debe dejar atrás la intervención Estatal en asuntos económicos, no más controles; no son los políticos quienes deben dirigir asuntos de economía, ni mucho menos hacerse del poder para buscar beneficiar grupos económicos (clientelismo). No puede existir privilegios para nadie, no más.

Por encima de ello, es la meritocracia y el reconocimiento que tiene cada ciudadano para la inventiva, su creatividad y su rol lo que debe estar comprometido para asumirse ante una sociedad con oportunidades, desde una justa igualdad de sus integrantes ante la ley.

Un proyecto país para Venezuela debe ir enmarcado claramente hacia un Estado limitado, reducción de gastos públicos, para ello un gobierno limitado (pequeño) que solo se encargue de asuntos de Justicia, seguridad e infraestructura, mientras que los servicios básicos (agua, gas, electricidad) vayan dirigidos por el sector privado para que estos SI funcionen. Se debe dejar a un lado cargos burócratas y tantos Ministerios, que sólo generan gastos excesivos y una deuda externa que compromete el futuro de todos. Un proyecto donde exista la convivencia, enmarcado en la división de poderes y descentralización entre regiones, donde cada uno de estos, a través de sus gobernantes propicien libertades económicas, libertades ciudadanas con responsabilidad (sin coacción arbitraria), respeto a la propiedad y a la vida.

Es fundamental tener claro que para lograr estos objetivos, debe reestablecerse la institucionalidad y el Estado de derecho, para hacerlo realidad debemos salir primero del régimen socialista y las mafias.

A partir de ahí, deben existir reglas claras para engranar a través de los recursos de la nación, pero principalmente el recurso humano que está preparado y comprometido con el país; seamos partícipes con responsabilidad y de manera transparente para la reconstrucción de esa nueva REPÚBLICA de primer mundo que todos anhelamos en LIBERTAD.

Rompamos esquemas fracasados y apostemos a fórmulas liberales.

Jean Carlos Silva.
Coord. Juvenil en el Estado Yaracuy
@jean20carlos