(San Felipe. 09/12/2019) En la sociedad influyen varios poderes, entre ellos el poder político y el poder económico. El poder político, está representado por el ejercicio de las funciones gubernamentales por parte de las personas que han sido elegidas conforme a las leyes y que cuentan con legitimidad, que ganan en gran parte demostrando a los ciudadanos que cumplen con los requisitos y capacidades para gobernar.
Por su parte, el poder económico está representado por los propietarios del capital para producir bienes y/o servicios y a la vez generar empleos. Este está conformado por las industrias, las empresas y el comercio. Mientras que el poder político no genera riqueza, el encargado de generar riqueza es el poder económico.
Se ha visto a lo largo de la historia que los regímenes socialistas han pretendido regir la industria y el mercado, se han apropiado de manera indebida de los medios de producción, quitándolos de manos de la propiedad privada y pasándola a manos del Estado bajo un manto de legitimidad y legalidad.
Han buscado la manera de enriquecerse a costa de la destrucción del sector productivo, dejando sumergido en pobreza, hambre y miseria a un país entero.
Hoy en día, los venezolanos hemos sido testigos de cómo se ha desvirtuado el ejercicio del poder político, como se ha tergiversado la gestión pública y como se ha dañado al sector productivo del país; apoyándose en la corrupción, la complicidad y el crimen organizado, con el narcotráfico, el robo de capitales y otras propiedades privadas, la destrucción del medio ambiente y extracción indebida de nuestros minerales ocasionando daño a zonas de protección.
Sin embargo, aunque hoy muchos venezolanos vean con angustia todo lo que ocurre como un cataclismo del que pareciera que no podemos salir, es necesario recordar que otros países con regímenes socialistas, tras su liberación, pasaron de economías totalmente intervenidas a economía de libre mercado, lo cual les permitió atraer inversiones, y la creación de empleos a mano calificada a un menor costo.
Esto impulsó el crecimiento y desarrollo económico, tecnológico, social y cultural, además implementaron políticas públicas, separando lo público de lo privado, tomando como sus principales valores en palabra y práctica la transparencia y diligencia en materia de Gestión Pública.
Es por ello que quienes aspiramos a vivir en Libertad y quienes aspiramos a transformar a nuestro país Venezuela debemos enfrentar al socialismo con Libertad, a la corrupción con transparencia, al crimen con justicia, a la complicidad con verdad y responsabilidad; todo esto con firmeza y fuerza, siempre.
Rotciv Jiménez