Oportunidad es la que tenemos los venezolanos a nuestro alcance aquí y hoy. La oportunidad de replantear absolutamente todo: Nuestro rol como ciudadanos, el rol limitado del Estado y por supuesto el país en el que deseamos vivir. El futuro del futuro es el presente, lo que nos propongamos acá y ahora determinará el curso de acción de los próximos, por lo menos, 50 años.
Hoy el mundo vive dentro de la cuarta revolución industrial. La primera nos permitió automatizar los procesos de producción con la maquina de vapor. La segunda revolución nos permitió masificar esa producción con el uso de la electricidad. Finalmente, el internet supuso un cambio por completo de paradigmas, y el inicio de una era digital, que nos permite conectarnos y comunicarnos de manera más directa.
Hoy es precisamente el empoderamiento ciudadano con personas más informadas y con más acceso a la información, que hablamos de una cuarta revolución industrial. Una donde no se improvisa, sino en la que se planifica y concretan acciones para la mejora de nuestras vidas.
Hablar de Política Inteligente, es hablar de la cuarta revolución industrial. Es hablar de ciudades y sociedades liberales, modernas y por supuesto inteligentes. Es hacer política con el uso de las nuevas tecnologías y para las nuevas demandas tecnológicas de los ciudadanos.
El político inteligente no promueve políticas públicas sin saber para qué se implementa y a quienes beneficiará. Consiste abandonar la típica idea de que nos van aplaudir por inaugurar plazas, escuelas, y hasta ambulatorios, cuando quizás las demandas de los ciudadanos son otras. En otras palabras, el político inteligente promueve políticas para atender problemas que el ciudadano identifica, pero en las que los ciudadanos brindan y son parte de la solución.
Pensar en una Venezuela inmersa en esta lógica, y en esta revolución industrial, es pensar en una Venezuela que no se conformará con lo básico, sino que siempre apuntará a lo mejor, y a lo más innovador. No es sólo un San Antonio, Carrizal o Los Teques, seguro, con agua o con luz, sino un San Antonio 100 % manejado con energías verdes, un Carrizal con internet en todas las plazas, o un Los Teques en donde cada ciudadano tenga acceso al espacio público que más les agrada.
Ser políticos y ciudadanos inteligentes en esa Venezuela requerirá no solo de accesos a las tecnologías, sino la voluntad de cada uno de nosotros, de ser genuinos, auténticos, originales y finalmente creativos. Todo esto no es posible bajo un sistema socialista, por eso la Política Inteligente es liberal en lo filosófico, capitalista en lo económico y lo moral.
Coordinador municipal de Vente Los Salias y de Vente Mundo
Economista con máster en liderazgo, gobernabilidad y gobierno
@FabioLValentini