Escribo estas líneas en conmemoración del Día Internacional de la Mujer y nuestro amor y lucha por la libertad, la cual supone superar obstáculos, tomar decisiones, asumir liderazgos y desarrollar nuestros proyectos de vida.
Mujeres valientes, constantes, trabajadoras y protagonistas en todos y cada uno de los aspectos de la vida. No, no necesitamos un trato especial o preferencial, tampoco estamos dispuestas a pedir permiso o espacios, nacimos para ser libres, productivas, competitivas, prósperas y crear cualquier espacio que deseemos ocupar.
Cuando asumamos como sociedad que nuestro género no condiciona nuestros talentos y capacidades, que nuestra lucha diaria debe ser por la igualdad ante la ley, de oportunidades y respeto como ciudadanos, y que es precisamente el capitalismo quien garantiza todo esto. Se dejará de lado esa lucha de feministas de izquierda que solo reclaman ayudas del Estado, imposición de leyes de cuotas, aborto gratuito y otros como bandera de una supuesta lucha de igualdad que solo nos resta credibilidad, valor y nos pone en una posición de debilidad e inferioridad.
Las mujeres solo necesitamos libertad y condiciones para desarrollarnos como cualquier otro individuo, valernos de nuestro potencial, talento y herramientas para lograr todo aquello que nos propongamos ser. Tener capacidad plena de elegir, desde ser amas de casa o presidente de la República, casarnos y tener hijos o dedicarnos en cuerpo y alma al trabajo y el éxito profesional, solo necesitamos condiciones para poder llevar a cabo nuestro proyecto de vida.
La escritora María Blanco afirma: “Tanto si uno es víctima o como si no lo es, victimizarse o ser victimizada es la mejor manera para encadenarse y no avanzar”. Nosotras las mujeres debemos ser las protagonistas, no esperar dádivas ni concesiones de nada ni nadie, por ningún motivo; tener claro nuestro rol y jamás olvidar que podemos8 ser quien queremos ser y como queramos serlo.
Soy una mujer libre, no soy feminista porque creo en nuestros talentos y capacidades.