Volvemos a plantear la discusión y aprobación parlamentaria del artículo 187 numeral 11 constitucional. Demasiado tiempo ya ha pasado desde nuestro planteamiento original. Y los hechos demuestran inmensamente la necesidad de la aplicación del principio de la Responsabilidad de Proteger (R2P) que le es inherente. Aunque los peores son aquellos que lo adversan, nunca aceptan – por lo menos – discutirlo en las sesiones plenarias. No son capaces de ventilar públicamente sus objeciones. Y, faltando poco, aseguran que los países dispuestos a ayudarnos deben solicitarlo primero. Toda una falacia mal construida aun tratándose de personas sabedores del derecho. Por ello, pensamos que tienen miedo de una coalición militar internacional que nos ayude a salir adelante.
¿Miedo a qué? Quizás a delatarse como colaboracionistas. Esto, cuando cambie, desnudará todo el mundo con sus verdades y falsedades. Se sabrá, como ya sabemos desde ya, quién es quién en esta tragicomedia. Se trata de ayudar decididamente a los compatriotas cuyas vidas siguen corriendo peligro a manos del régimen, por hambre, por falta de atención médica, por falta de medicamentos.
Una intervención humanitaria tan urgida no puede esperar más. No toleramos más sufrimientos para el pueblo venezolano a la intemperie. Pero a la vez, ayudará a poner orden con la liberación de la tiranía socialista. Y cada vez que tratan de marearnos y de buscar pretextos para ni siquiera debatir el punto, se levantan las sospechas. Perdonen, pero es así. Quizás por aquello de quien tiene rabo de paja…
Le tiemblan las piernitas a Maduro, las pobres que tratan de sostener el barrigón de una gula insaciable, cuando él y sus secuaces del patio, o los de los otros países terroristas que lo respaldan, oyen hablar del 187.11, no duermen, porque saben que la pusieron y son autores del genocidio activo y pasivo, de la gigantesca diáspora y de los que sufren de hambre y miseria con o sin pandemia.
@juanpablogve
Diputado a la Asamblea Nacional en el exilio