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Por allá por 2005-2006, no lo preciso bien, en mi casa en Santa María (Sucre) mis padres compraron una antena «espina de pescado» para cambiar la que estaba (dos parrillas de un ventilador), con esta nueva antena sucedía algo particular más allá del típico «¡Dale vuelta!, un poquitico más a la derecha, ¡aguántalo!», no recibía bien la señal de los cuatro canales (Venevisión, Televen y VTV, Rctv nunca se vió bien en mi casa), hasta que un día llovió y, ¡Milagro!, Venevisión se veía «al pelo».

Desde ese entonces, cuando el canal no se veía nos tocaba a mis hermanas y a mi lanzarle agua con un pote a la antena para poder ver TV, así vivimos el cierre de Rctv, entre rayas en la pantalla, hasta que mi papá pudo comprar Directv, que se veía hasta este 19 de mayo pasado, en el mismo televisor de hace 15 años atrás.

A lo mejor les parece graciosa esta historia, que hasta hoy era un chiste interno en mi núcleo familiar, y que he decidido compartirles, aunque para mí ya ha perdido todo sentido de risa, porque siento que mi casa la han metido en una máquina del tiempo y parará por allá en 2003, porque hoy ni siquiera está la antena «espina de pescado» y las parrillas de ventilador que quedaban en casa las utilicé en febrero para sembrar unas orquídeas. 

La expulsión de Directv de Venezuela representa eso, 15 años de atraso y no sabemos cuántos de oscuridad. Millones de televisores en Venezuela ya no se encenderán, porque la ciudadanía se rehúsa a someterse a la propaganda del régimen; más grave aún, miles de familias se quedan hoy sin un ingreso porque a los empleados de la cablera ya les fue entregada su liquidación. Pero no solo es eso, también cientos de pequeñas empresas retransmitían la señal de Directv, ahí también habrá gente desempleada.

El régimen ha dado un duro golpe emocional a los venezolanos en plena pandemia, prácticamente era la única fuente de entretenimiento a bajo costo que quedaba en Venezuela; el último pago que hice fue de Bs. 110 mil, menos de un dólar. Maduro se raspó a más de 200 canales de TV en un solo día.

Quienes han pretendido hacer creer que es por culpa de las sanciones, simplemente no entienden nada o se hacen los locos, son los mismos que cohabitan con el régimen, los que se sentaban en los narco canales vestidos de demócratas para mentir y manipular. No es culpa de Estados Unidos, es el socialismo que se metió en nuestras casas, nos saqueó y antes de irse con lo robado nos apagó el televisor.

¡Adiós, Directv! Yo sé que pronto nos volveremos a encontrar, ¡En libertad! Aunque antes creo que también nos tocará despedirnos de Movistar.

Dilio José Rodríguez
(@diliojose)
Coordinador de Comunicaciones de @VenteMonagas