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Venezuela, un país empujado a una cuarentena de papel por un régimen que disfraza su intención de control social; pretende “cuidar” a los ciudadanos cuando realmente intentan ocultar las crudas realidades que se les escapan de las manos.

Tres meses de confinamiento han obligado a los venezolanos a intentar reactivar su economía, ya bastante maltratada. La violación de la cuarentena ha sido evidente. En casa, los venezolanos viven desesperados por la falta de servicios de calidad. El agua que siempre falta, el internet intermitente, la comida escasa y un sueldo inexistente. La luz apagada, como siempre y un DIRECTV que se suma a la larga lista de exiliados.

Los ciudadanos, llenos de preocupación porque se ven incapaces de salir adelante, obra maestra del régimen que se ha encargado de acabar con todas las posibilidades de tranquilidad en el país.

Por esto, preocupa que desde la presidencia interina enfoque sus esfuerzos en reestablecer la señal de DIRECTV, y no en cumplir su principal y única función real: lograr el cese de la usurpación y la salida de las mafias para reestablecer el orden constitucional.

La voz casi unánime del país reclama a gritos que sus dirigentes se centren de una vez por todas en la ruta que se planteó hace más de un año. Hoy es innegable la necesidad de la aplicación del artículo 187.11 constitucional, así como de todos los mecanismos necesarios para lograr la libertad.

Los venezolanos no nos rendiremos hasta que se cumplan nuestras exigencias. Hasta que el gobierno interino de Juan Guaidó se ponga al servicio de los ciudadanos. Hasta lograr la libertad de nuestro país. Hasta vivir dignamente.

Somos fuertes, valientes y tenemos derecho a levantar cada una de nuestras voces ahora y por siempre para lograr la libertad que queremos, para exigir lo que merecemos y para luchar por nuestros intereses. Venezuela verá la luz. Venezuela será una Tierra de Gracia.

@G_Izaguirre19

Coordinador de Universidades

Vente Joven Vargas