Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Hace unas semanas leí la noticia de una joven que se suicidó en Maracay, cayó justo frente al mural hecho en honor a Canserbero. Recordé el caso de mi vecina, quien se quitó la vida frente a su hijo el año pasado, era una joven de tan solo 24 años. La misma edad que yo tengo.

Pero esos no son los únicos casos que existen. En el 2019 la tasa de suicidio incrementó de manera alarmante, y esto es producto de la desesperanza. Entre 140 y 180% era el alza en ese entonces, ¿cuál será el porcentaje ahora, en tiempos de confinamiento social?

«¿Por qué sucede esto?», Me pregunto. Al mismo tiempo, me respondo: durante años hemos sido testigos de la peor crisis de nuestra historia, una crisis provocada con toda la intención y que nos ha afectado en lo más profundo de nuestra alma. Nos han separado de nuestras familias, de nuestros amigos; han apagado nuestros sueños, y arremeten contra nuestras universidades; la economía del país la han destrozado, así como también han destruido el sistema de salud; pero, además, nos han arrebatado la libertad, lo que nos impide tener una vida de calidad.

Son tan solo algunas de las razones por las cuales hoy el joven venezolano se encuentra sumergido en la depresión. ¿Pero qué es la depresión? Es más que sentirse triste por algunos días, es algo que se convierte en parte de tu vida y que cuesta muchísimo vencer. La depresión hace que te sientas triste o vacío, que pierdas el interés por las actividades favoritas, que pierdas el apetito o que te dé mucha hambre; incluso te quita el sueño o duermes demasiado, te sientes cansado, te sientes sin esperanza, irritado, ansioso o culpable; aparecen los dolores de cabeza, los calambres y los problemas digestivos; pero también, la idea de muerte o suicidio están presentes.

Según Panampost, «antes del chavismo, el suicidio representaba entre 4 y 5 personas por cada 100.000 habitantes en Venezuela. Pese a la bonanza petrolera, aumentó entre 8 y 9 suicidios, pero a partir del 2015 los suicidios se dispararon. La tasa se cuadriplicó en los últimos 15 años, convirtiéndose en un fenómeno social».

Lamentablemente, la realidad es que muchos no están fuertes y el régimen ha logrado en ellos su objetivo de destruir en lo espiritual, de crear una inestabilidad emocional no solo en el joven, también en aquel abuelito o abuelita que no consigue su medicina. O aquel padre que se encuentra desempleado, incluso en aquella madre que opta por prostituirse para poder llevar el pan a la casa, si es que tiene suerte…

Así de oscuro es este régimen criminal. Así de oscuro es el socialismo. Así de oscura es nuestra vida en Venezuela. Hay quienes todavía seguimos tratando de brillar cuando nuestra luz ya no tiene la misma fuerza, y me resulta indignante ver como ciertos actores políticos deciden nuestros por venir de manera incorrecta. Asumiendo que el ciudadano está a favor a ciegas de sus decisiones, pero la realidad es que mientras ellos continúan jugando a los demócratas con criminales, hay un joven tomando la decisión más oscura…

@jubelysmab