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1.1 Vente como partido

Vente Venezuela nació como el sueño de transformar a Venezuela en un país libre, próspero y liberal. Nacimos como la primera alternativa real de cambio, y que se ha distanciado siempre de las agendas que impulsa la izquierda mundial. Como organización, hemos rechazado siempre las agendas cómplices y que nos llevaban a sumarnos a una gran masa donde no se valora el trabajo del individuo ni su importancia.

Desde Vente Venezuela nos hemos caracterizado siempre por tener una postura firme y coherente en cada una de nuestras posicione; nos hemos enfocado siempre en hablar con la verdad y sin manipulaciones.

Cada núcleo, grande o pequeño de nuestra organización se ha enfocado en promover la libertad individual, y es este factor clave lo que nos distingue de otros partidos, alejándonos así de toda agenda colectivista que se ha intentado implantar no solo en Venezuela, sino en todo mundo.

Creemos en la igualdad de todos ante la ley, entendiendo que esta es la única igualdad posible ya que la esencia del individuo es ser diferente, y es aquí donde radica la libertad y el poder ser individuo y no parte de una masa abstracta entendida como colectivo.

Vente Venezuela nace como la única alternativa liberal en Venezuela, es por esto que enfrentamos el enorme reto de llevar las ideas de libertad como nuestra bandera guía, no podemos permitir que se nos arrebate nuestra bandera más importante y se nos sume a un colectivo masivo que busca precisamente eso: promover el colectivismo y no impulsar al individuo como factor imprescindible de la sociedad.

Como organización, debemos defender aquello que representamos: Libertad, igualdad ante la ley, justicia e individuo. Representamos el sueño liberal en Venezuela, y así debemos asumir nuestro rol, debemos ser garantes de que en Venezuela el colectivismo no siga creciendo y haciéndose espacio y anulando las ideas que realmente funcionan.

Para nosotros es sumamente importante demarcar la importancia que tiene para nosotros, no ser parte (consciente o inconscientemente) de las agendas de la izquierda mundial, y de sus ideas de miseria que conducen a la degradación del ser humano como individuo y lo hace parte de un colectivo sin el cual no representa ningún valor.

Debemos alejarnos definitivamente de toda agenda colectivista que vaya en contra de lo que somos como organización, y marcar distancia con todos aquellos grupos o sectores de la sociedad que buscan mantenernos como colectivo y no promuevan la libertad individual.

Álvaro Jardim – Coordinador de Vente Joven Vargas


1.2 Ser liberal en Venezuela

El liberalismo es la doctrina de quién entiende la primacía de la razón, del sentido común y de la naturaleza humana, sobre todas las cosas. La premisa sobre la cual se fundamenta nuestra lucha es a su vez un conjunto de valores que guía nuestras acciones y que nos aglutina a todos los liberales, vida, libertad y propiedad, es nuestro grito de guerra, el cual constituye nuestros derechos naturales, cada ser humano merece vivir libre con la capacidad de tener la propiedad primero sobre su cuerpo y mente y después sobre el fruto de su trabajo, talento y mérito.

En Venezuela, la lucha por la libertad forma parte de nuestra historia y de nuestra cultura, nuestros padres fundadores soñaron con una república libre, idea bajo la cual nació Venezuela, desde donde se liberó la mitad de la América Española.

Esos pilares republicanos y liberales se vinieron abajo debido a los caudillos de turno que gobernaron nuestra nación bajo premisas más o menos autoritarias, pero autoritarias al fin. Logramos conquistar la democracia, pero la hegemonía socialdemócrata se impuso, bajo ese marco donde muy pocos se atrevieron a defender la libertad, se consolidó un régimen que primero destruyó la democracia y que trata de destruir la venezolanidad, pero le es imposible, porque los venezolanos tenemos la libertad en nuestro genes, y ahora ha llegado el turno de la hegemonía liberal en nuestra nación.

Los venezolanos rechazamos el socialismo porque sabemos que todo lo que trae es muerte, y sabemos que lo único que puede preservar la vida es la libertad, es por eso que los liberales venezolanos estamos en todos los espacios, difundiendo y defendiendo nuestras ideas. También estamos en la política, Vente Joven es la casa de los jóvenes que amamos la libertad en Venezuela y de quienes entendemos que las transformaciones que necesitamos para convertirnos en un país rico de verdad, se ejecutan a través del ejercicio honesto y transparente del poder.

Los liberales vamos a gobernar este país, bajo esa paradoja que nos caracteriza, quitándole poder al poder, para que quienes hagan grande esta nación sean los grandes venezolanos, que durante tantos años se han rehusado a vivir como esclavos y lo único que necesitan es que los dejen soñar y les den la posibilidad de materializar sus sueños, en nuestra tierra, para que sea la tierra de nuestros hijos además de faro de libertad en América y en occidente, que defiende con la vida, la libertad que hace que la misma tenga sentido y ejerce el rol protagónico que le corresponde en de la región.

Humbert Navas – Coordinador de Formación de  Vente Joven Distrito Capital


1.3 Frente al progresismo, más libertad

La lucha frente al progresismo debe ser total.

La izquierda mundial y cultural, en sus múltiples actuaciones sólo busca promover la destrucción y desenterrar odios imaginarios, defendiendo agendas que progresivamente nos quiten la paz. Son los enemigos de la libertad declarados, viéndose a sí mismos como los “salvadores” de la humanidad; han desestabilizado a€ la sociedad, han sometido el pensamiento a la autocensura y a todos bajo el miedo más indigno. De continuar bajo esta asfixiante tiranía progre, la situación sólo empeorará.

El progresista es un “ofendido” por todo, promotor de la fragilidad intelectual y portador del resentimiento hacia un grupo determinado, detesta que le digan la verdad. El progresismo es una ideología de desprecio y manipulación… No es el tipo de pensamiento que confíe en el individuo como un milagro hermoso y con una mente brillante capaz de superar todas las dificultades. El progresista es el mayor enemigo de la libertad, porque en el fondo te ve como su esclavo.

El delirio de querer encasillar a las personas según su orientación sexual, sexo o color de piel; están tan arraigados en la mente progresista, que es incapaz de ver a la vida humana como un fin en sí misma, como un fenómeno único e irrepetible y con un profundo valor personal. De allí que el izquierdismo moderno desee una sociedad que divida al mundo en dos mitades: la de las pobres víctimas y la de los indeseables parásitos. Sólo ven a las personas según una característica arbitraria y escupen sobre toda lógica existente: la medicina, las estadísticas, las leyes económicas y el más básico sentido común.

El progresismo quiere devolver a la humanidad al pasado, porque es incapaz de construir un mañana. El progresismo es el enemigo del futuro y del presente: vive tan anclado en el pasado que hasta responsabiliza a Cristóbal Colón de su propia incompetencia. Para el progresismo es más fácil decir que “la culpa es de los otros”, antes que empoderarse de su propio destino… El enemigo final del progresismo, es el progreso en sí.

Ante esta circunstancia tan terrible, la respuesta siempre será más libertad y más valor para proclamarla. Los amigos de la libertad debemos articularnos para proclamar la verdad, sin temor a las agendas de exterminio moral que ejerce la progresía, sino manteniéndonos unidos en aquello que es lo correcto.

Debemos dejar atrás ese miedo a ser señalados por esta nueva inquisición, para llamar las cosas por su nombre: el feminismo supremacista no representa a todas las mujeres, sino a una ideología suicida; el ecologismo antihumano es el más burdo socialismo, bajo la excusa de salvar el planeta; los movimientos colectivistas no se mueven hacia delante, mientras sigan defendiendo causas estúpidas y rebuscadas; la censura de los “ofendidos” es sólo un intento de borrar la historia, el humor y la crítica, para extender una tiraníacon“buenos modales” en nombre de una falsa tolerancia.

Deben entender los que hoy callan, que aquí estamos presentes los que no tenemos miedo de luchar. Ante éste permanente deseo de silenciarnos, la respuesta sigue manteniéndose y se repite como un coro repleto de coraje: todo por la libertad… Aunque la progresía nos amenace por ser los más alejados de sus proclamas de odio, seguiremos luchando. Aunque nos llamen racistas, fascistas, misóginos y cuántos insultos se les ocurran; defenderemos esta causa. Muchos estudiantes, campesinos, periodistas, ingenieros, médicos, abogados, comerciantes, escritores y cuántos oficios existan; debemos ponernos de pie y unirnos a pesar del temor, porque está siendo amenazada hoy como nunca nuestra amada libertad… o lo muy poco que queda de ella.

Por la libertad todo.

Por la libertad debemos luchar con cada parte de nuestro cuerpo. Por la libertad lucharemos radicalmente, claramente, orgullosamente. Por la libertad daremos todo y más, ¡en un combate ineludible!

La lucha frente al progresismo es coraje y no cobardía. La lucha frente al progresismo es orgullo del valor personal y no sumisión de borregos. La lucha frente al progresismo es conocimiento y libertad, no ignorancia y censura. La lucha frente al progresismo es una tierra libre, no cementerios de olvido.

Lucharemos en escritos, hablando con los ciudadanos, con música, videos y poesía; en las calles y en todas las alternativas… con nuestra voz, manos y lágrimas. En todas las formas.

Por la libertad todo, pues no hay vida posible si no la tenemos a ella.

Por la libertad lucharemos hasta la victoria, frente a cualquier progresista que desee arrebatárnosla, en cualquier lugar en el que se encuentre… No importa el dónde, el quién y ni el cuándo.

¡Por la libertad TODO, sin ella NADA!

Henry Nadales – Vente Joven Barinas


1.4 Foco en la meta

Hoy, tenemos una oportunidad única para construir una República Liberal, nunca antes Venezuela había repudiado tanto al socialismo o, cualquier intento de Estado inmenso que odie la capacidad individual como en la actualidad. Nunca antes los ciudadanos venezolanos habían deseado tanto trabajar sin que el Estado se involucre en cada espacio de su vida.

El reto para los liberales venezolanos es inmenso, tenemos la responsabilidad de convertir toda esta desidia en esperanza, toda esta destrucción en prosperidad.

Es hora de plantearnos un objetivo claro; conquistar la libertad y construir una República basada en la tolerancia, el respeto a la propiedad, la separación de poderes y la apertura de mercados. Y esto no lo lograremos si no luchamos por conquistar el poder político e institucional de nuestro país, Vente Venezuela ha nacido como una esperanza de modernidad para la ciudadanía, un sueño de unos pocos ciudadanos agrupados que comenzó un proyecto, un proyecto que hoy se convirtió en el partido más influyente y defensor de las ideas de la libertad en el continente.

Pero no basta con la divulgación de ideas, la arremetida de la izquierda mundial es feroz, han descubierto nuevas maneras de socavar nuestras instituciones, han descubierto nuevas estrategias para disfrazar su verdadera naturaleza; destrucción, violencia, coerción, manipulación y victimización.

Ante esta nueva embestida, la respuesta liberal debe ser volver a sus orígenes, volver a la esencia de nuestras premisas, aquellas que lucharon por un gobierno limitado luego de la Revolución Gloriosa, aquellas en dónde los liberales entendieron a la política como un medio para alcanzar la divulgación y ejecución de políticas pacíficas, justas e institucionales para construir una sociedad de individuos libres, que participan en la sociedad como motor principal de generación de riquezas y, un Estado fuerte, eficiente, limitado a la igualdad ante la ley y la diversidad individual de particulares que buscan su felicidad.

Como lo harían los padres de la Revolución Norteamericana, quiénes entendieron que solo desde el ejercicio político podían construir una República de trabajo y dignidad.

Nuestro llamado es fuerte y claro; los venezolanos nos merecemos un país mejor, mejor que el que hemos tenido en toda nuestra historia como nación, un país que entienda la necesidad de crear incentivos a la generación de riqueza y por supuesto, un país de políticos honestos, que en el centro de su ejercicio se encuentre el servicio público y la defensa de nuestras libertades.

Hoy, nuestro objetivo debe ser conquistar los espacios políticos-institucionales y de esa manera, conquistar la modernidad y la prosperidad. Foco en la meta.

Jhorman Terán – Secretario Político Nacional de Vente Joven